Actualizado 04/04/2014 23:51

Problemas para reubicar a Cristóbal Colón

UNESCO Goodwill Ambassador Zurab Tsereteli poses with UNESCO director general Ir
Foto: CHARLES PLATIAU / REUTERS

MADRID, 4 Abr. (Notimérica/EP) -

   La estructura más alta en el Caribe y una de las estatuas más grandes del mundo es un monumento dedicado a Cristóbal Colón, del artista ruso Zurab Tsereteli. Construida hace más de dos décadas, la estatua de 1.010 toneladas de peso, aún no ha encontrado dónde erigirse. El alcalde de la ciudad puertorriqueña de Arecibo, Lemuel Soto, ha pedido que se coloque en su localidad.

   En origen se concibió como una construcción para sobresalir en el paisaje de alguna ciudad estadounidense, sin embargo, ha ido vagando de un lugar a otro. Ahora está desarmada mientras Soto y un empresario de dicha ciudad puertorriqueña tratan de plantarla ante el Atlántico.

   Soto afirmó que la estatua se sumaría a los sitios de interés en la ciudad, que atrae visitantes a sus cuevas y a uno de los telescopios más grandes del mundo. Sin embargo, han surgido nuevas amenazas desde que empezó el trámite: todavía quieren el monumento en la capital de Puerto Rico, San Juan. El destino de la estatua permanece aún en duda.

   Además, antes de ser definitivamente colocada en Puerto Rico, debe pasar una larga lista de permisos, como el de la Agencia Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA, por sus siglas en inglés), que alega que la altura del monumento puede interferir en el tránsito aéreo.

   La obra del artista ruso, de quedarse en Puerto Rico, será ubicada en un montículo que posee la llamada Finca Caracoles, en la ciudad de Arecibo. En el terreno hay una casa que deberá ser demolida, para lo que se necesita que el suelo sea recalificado como de interés turístico, y no rústico como hasta ahora, según publica el diario puertorriqeño 'El Nuevo Día'.

   Son muchos los detractores de la estatua, quienes la consideran demasiado grande y creen que no debería erigirse un monumento en honor a Cristóbal Colón, a quien consideran como un genocida y defensor de la trata de esclavos, más que como alguien que descubrió el Nuevo Mundo.

EL LARGO CAMINO DE LA ESTATUA

   En 1990, el entonces presidente de Estados Unidos, George Bush, visitó el estudio de Tsereteli en Moscú y eligió un modelo de la estatua de Colón, de entre los tres borradores que le presentó el creador. En 1994, el monumento ya acabado viajó a Estados Unidos. Su primer destino fue Florida, aunque no convenció y se envió a Nueva York, después a Ohio, Maryland, etc. Han sido muchas las ciudades estadounidenses que han rechazado acoger la estatua.

   En 1998, el gobernador de Puerto Rico, Pedro Roselló, aceptó la obra como regalo y destinó 2,4 millones de dólares en fondos públicos para traerla a la isla. Intentaron colocarla en San Juan, pero el lugar elegido presentó problemas derivados de la altura de la estatua: podría interferir con las trayectorias de los vuelos, además de que algunas viviendas de los residentes en la zona tendrían que demolerse.

   En 2008, una compañía operadora de puertos, Holland Group Ports Investments, accedió a almacenar la estatua en la ciudad puertorriqueña de Mayagüez, donde actualmente permanece.

EL ARTISTA

   La estatua fue diseñada por Tsereteli en 1991 para conmemorar el quinto centenario de la llegada de Colón a América en 1492. El artista, de 77 años, es conocido por sus obras colosales, de enormes dimensiones, que se han ganado el rechazo y la admiración a partes iguales.

   Algunas de sus obras ocupan lugares privilegiados, como la situada frente a la sede de Naciones Unidas en Nueva York, titulada "Good defeats Evil" ("Dios vence al mal"), en la que se representa a San Jorge matando a un dragón.

   El autor aún confía en que su obra homenaje a Colón encuentre un sitio. Defiende su obra alegando otros monumentos que tampoco se entendieron en su momento, como la Estatua de la Libertad o la Torre Eiffel.