Actualizado 03/01/2015 16:42

Algunas personas obesas están protegidas de efectos metabólicos adversos

Obesos, obesidad
Foto: TONY ALTER/FLICKR

MADRID, 3 Ene. (EUROPA PRESS) -

   Una nueva investigación realizada por expertos de la Escuela de Medicina St. Louis de la Universidad de Washington, en Estados Unidos, demuestra que la obesidad no siempre va de la mano de cambios metabólicos en el cuerpo que pueden llevar a la diabetes, enfermedades del corazón y derrame cerebral.

   En este estudio, los investigadores encontraron que un subconjunto de las personas obesas no tienen las anormalidades metabólicas comunes asociadas con la obesidad, como la resistencia a la insulina, lípidos sanguíneos anormales (niveles altos de triglicéridos y bajos de colesterol HDL), presión arterial alta y exceso de grasa en el hígado.

   Además, las personas obesas que no tenían estos problemas metabólicos al inicio del estudio no los desarrollaron ellos incluso después de ganar más peso. El trabajo, cuyos resultados se publican en la edición de este viernes de 'The Journal of Clinical Investigation', incluyó a 20 participantes obesos a quienes se les pidió que engordaran unas 15 libras (6,8 kilogramos) durante varios meses para determinar cómo los kilos de más afectan a sus funciones metabólicas.

   "Nuestro objetivo era tener participantes consumiendo 1.000 calorías adicionales cada día hasta que cada uno ganó un 6 por ciento de su peso corporal", explica la primera autora del trabajo, Elisa Fabbrini, profesora asistente de Medicina. "Esto no fue fácil de hacer. Es tan difícil conseguir que las personas ganen peso como lograr que bajen de peso", añade.

   Todos los sujetos aumentaron de peso comiendo en los restaurantes de comida rápida, bajo la supervisión de un nutricionista. Los investigadores eligieron las cadenas de restaurantes de comida rápida que ofrecen tamaños de porciones rigurosamente regulados e información nutricional.

   Antes y después del aumento de peso, los científicos evaluaron cuidadosamente en cada participante la composición corporal, la sensibilidad a la insulina y su capacidad para regular el azúcar en la sangre, la grasa del hígado y otras medidas de salud metabólica.

   Después de ganar peso, los perfiles metabólicos de los sujetos obesos se mantuvieron normales si estaban en el rango normal al comienzo del estudio. Pero los perfiles metabólicos empeoraron significativamente después de ganar peso en sujetos obesos cuyo perfil metabólico ya era anormal cuando arrancó el análisis.

   "Esta investigación demuestra que algunas personas obesas están protegidas de los efectos metabólicos adversos del aumento de peso moderado, mientras que otras están predispuestas a desarrollar estos problemas", resume otro de los autores, Samuel Klein, profesor de Medicina y Ciencias Nutricionales y director del Centro de Nutrición Humana de la Universidad de Washington.

   "Esta observación es importante clínicamente ya que aproximadamente el 25 por ciento de las personas obesas no tiene complicaciones metabólicas -resalta--. Nuestros datos muestran que estas personas permanecen metabólicamente normales incluso después de ganar más peso".

   Como parte del estudio, los investigadores ayudaron a los sujetos a perder el peso que habían ganado."Es importante señalar que una vez que se completó el estudio, se incluyó a todos los participantes en nuestro programa de pérdida de peso para asegurar que perdían todo el peso que habían ganado o más", señala Klein, quien también dirige la División de Geriatría y Ciencias de la Nutrición y el Centro Atkins de Excelencia en Medicina de la Obesidad.

   Los expertos identificaron algunas medidas clave que distinguen a los individuos obesos metabólicamente normales de las personas con problemas. Uno de ellos fue la presencia de grasa en el interior del hígado, ya que las personas con metabolismo anormal acumulaban grasa allí.

   Otra diferencia implica la función de los genes en el tejido graso. Las personas con metabolismo normal, a pesar de su obesidad expresaron más genes que regulan la producción y acumulación de grasa y la actividad de esos genes se incrementó aún más cuando las personas metabólicamente normales ganaron peso, algo que no sucedía en los individuos con metabolismo anormal.

   "Estos resultados sugieren que la capacidad de la grasa corporal de expandirse y aumentar de una manera saludable puede proteger a algunas personas de los problemas metabólicos asociados con la obesidad y el aumento de peso", afirma Klein, quien también señaló que la obesidad contribuye a más de 60 diferentes trastornos insanos.

   "Necesitamos más estudios para tratar de entender por qué la obesidad causa enfermedades específicas en algunas personas, pero no en otras --agrega Klein--. ¿Podría ser la genética, la ingesta dietética específica, un estilo de vida físicamente activo, la salud emocional o incluso los microbios que viven en el intestino?".

   En su búsqueda de respuestas, Klein y sus colegas planean analizar más de cerca la grasa, el músculo y el tejido del hígado e incluir a personas delgadas en futuros estudios para aprender más sobre cómo y por qué algunos individuos están protegidos de problemas metabólicos mientras que otros son vulnerables.

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