Actualizado 24/07/2013 04:24

Arzobispo de Río a los jóvenes: "Sois la esperanza para una sociedad que busca solución a su crisis de valores"


RÍO DE JANEIRO, 24 Jul. (EUROPA PRESS) -

El arzobispo de Río de Janeiro, Orani Joao Tempesta, ha indicado a los cientos de miles de jóvenes presentes en la Misa de Apertura de la Jornada Mundial de la Juventud, que se ha celebrado este martes en la playa de Copacabana, que son "la esperanza para una sociedad que espera que su crisis de valores tenga una solución".

En este sentido, ha llamado a los jóvenes a "contagiar" a todos con "la alegría y la paz" de Cristo que es "siempre actual, sobre todo para los que buscan la verdad, la justicia y la paz", a transmitir su palabra "de un modo accesible y comprensible" y a comprometerse para crear "un mundo nuevo, a la luz del plan de Dios". Además, nada más comenzar la misa, ha pedido por los jóvenes sin familia y por aquéllos que sufren por su fe.

La JMJ, según ha precisado, se enmarca en el Año de la Fe que invita a "vivir profundamente la fe en medio de un tiempo plural y de tantos cuestionamientos", en este "cambio de época", aunque eso sí, "con entusiasmo y coherencia".

En esta línea, les ha advertido de que hay "muchas barreras e injusticias que superar" y les ha instado a "construir puentes en lugar de muros y obstáculos" para así poder despertar "la confianza y la esperanza" en el mundo.

Esta semana, según ha añadido Tempesta, Río de Janeiro se convierte en "el centro de la Iglesia, viva y joven" y acoge "con gran responsabilidad" la elección de Benedicto XVI, hoy Papa Emérito, de la sede para la celebración de la XXVIII JMJ, que anunció en Madrid, en agosto de 2011. "Le agradecemos su elección, sus orientaciones, el tema de la JMJ y su aliento", ha remarcado.

En cuanto al lema de la Jornada -'Id y haced discípulos a los pueblos'--, el arzobispo de Río ha apuntado que la playa y el mar en el que se encuentran recuerda los barcos abandonados en la playa por aquellos que fueron llamados por Jesús para seguirlo. Y, en este sentido, ha subrayado que el camino misionero exige "discernimiento, utopía, sueño" pero también "auxilio de alguien que esté al lado, que ayude a la persona a reconocer la voz de Dios".

Por su parte, el presidente del Pontificio Consejo para los Laicos, Stanislaw Rylko, ha indicado a los jóvenes que estos días serán "inolvidables", días "de descubrimientos importantes y de elecciones decisivas para su vida".

Por ello, les ha exhortado a confiar a Cristo "las decisiones más difíciles", los miedos y la ansiedad que habita en el corazón pues, según ha agregado, aquellos que eligen a Cristo "no pierden nada, absolutamente nada, sino que ganan todo, encuentran la verdadera felicidad y la plenitud de la vida".

También les ha recordado que el Papa Francisco les invita a "salir de sí mismos" a "abandonar la vida cómoda, para derribar los muros del egoísmo". "¡Cristo os necesita jóvenes! Necesita vuestra fe joven llena de alegría y entusiasmo!", ha animado.

Además, ha explicado que esta JMJ es "particular" por cuanto vuelve a Latinoamérica, "un continente joven y de esperanza", después de 26 años. En este punto, ha recordado las palabras de Juan Pablo II en la JMJ de Buenos Aires de 1987, cuando les dijo a los jóvenes que eran "la esperanza del Papa, de la Iglesia".

Asimismo, ha señalado que es especial ya que se trata de una Jornada convocada por Benedicto XVI y presidida por el Papa Francisco, el primer Papa latinoamericano. "¡Ciertamente los caminos de Dios son inescrutables!", ha exclamado.