Actualizado 04/08/2009 17:36

Apoyan a la sudanesa detenida por llevar pantalones

Por Andrew Heavens

JARTUM (Reuters/EP) - Decenas de mujeres se manifestaron el martes frente a un tribunal en la capital de Sudán en apoyo a una mujer que podría ser condenada a 40 latigazos por usar pantalones en público, en un caso que se ha convertido en una prueba para las leyes locales de indecencia.

Lubna Hussein, ex periodista y representante de prensa de Naciones Unidas, fue detenida a principios de julio junto con otras 12 mujeres durante una fiesta en un restaurante de Jartum, y fue acusada de cometer un acto indecente.

Los grupos de mujeres se han quejado de que las leyes no dan una definición clara sobre vestimenta indecente, dejando la decisión sobre si arrestar o no a una mujer a la consideración individual de los oficiales de policía.

El martes, las manifestantes gritaban y llevaban pancartas y cintas en la cabeza con el mensaje "No regresemos a la edad oscura", gritando lemas contra las leyes que prohíben ropas consideradas indecentes.

Tras la vista, Hussein dijo que el juez había aplazado su caso hasta el 7 de septiembre.

"Quieren comprobar con Naciones Unidas si tengo inmunidad ante un proceso. No sé por qué están haciéndolo, porque ya he dimitido en Naciones Unidas. Creo que sólo quieren retrasar el caso", declaró la mujer a Reuters.

La policía anti disturbios avanzó hacia la multitud, golpeando sus escudos con porras, para intentar dispersarla. Un agente disparó al aire lo que parecían balas de fogueo, según un testigo.

"Estamos contra esta ley. Va contra las mujeres, contra el islam y contra los derechos humanos", dijo Zainab Badradin, una de las mujeres.

Los procesos por indecencia no son raros en Sudán, donde hay una gran brecha cultural entre el norte, mayoritariamente musulmán y de orientación árabe, y el sur, principalmente cristiano.

Pero Hussein atrajo atención al dar a publicidad su caso, posando en fotografías con sus amplios pantalones verdes e invitando a los periodistas a hacer campaña contra los códigos de vestimenta impuestos de forma esporádica en la capital.

Su caso ha suscitado un amplio apoyo de grupos de mujeres de Jartum, aunque también había hombres entre los manifestantes del martes.

"Su principal argumento es que sus ropas son decentes y que no quebrantó la ley", dijo a Reuters su abogado defensor, Nabil Adib Abdalla.

"Si eso falla, pediremos un alto en el proceso para apelar el juicio ante el tribunal constitucional (...) Decimos que la ley es tan amplia que contraviene su derecho básico, su derecho a un juicio justo", añadió.