Actualizado 15/06/2006 18:47

Argentina.- Abierta la quinta edición del Premio Latinoamericano a la Responsabilidad de Empresas y ONG en Argentina


MADRID, 15 Jun. (EUROPA PRESS) -

El Foro Ecuménico Social ha lanzado la quinta edición del Premio Latinoamericano a la Responsabilidad de Empresas y ONG, con el objetivo de reconocer las buenas prácticas de ambos sectores en Argentina.

Este premio está patrocinado por la Iniciativa Interamericana de Capital Social, Ética y Desarrollo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y por el Centro de Responsabilidad Social Empresaria de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires.

El Centro también funcionará como consultor, y asesorará a las empresas, en la medida en que ellas lo reclamen, sobre cómo postularse de la mejor manera posible, para que jueguen "un buen papel". Una de las prácticas más valoradas serán las sociales porque, para el jurado, "la calidad bien entendida empieza por casa".

La responsabilidad social interna por lo tanto cobrará gran importancia a la hora de elegir al ganador. "Uno de los 'stakeholders' más importantes que tiene la empresa es su personal", señala un miembro del jurado.

En este contexto, destaca acciones relacionadas con la conciliación de la vida personal y laboral, el clima laboral de la compañía así como la satisfacción de los empleados. La seguridad e higiene laboral, las medidas de seguridad, el horario de trabajo o los beneficios por maternidad o paternidad también se tendrán en cuenta. Por otro lado, también se valorará la RSC 'exterior'; las relaciones de la compañía con la sociedad.

La inversión social no será medida en cantidad sino en "impacto" logrado en la comunidad a la que se destina. Así, subrayan que la mejor ayuda es aquella que "deja de necesitarse" y colabore con las comunidades para que alcancen un nivel de autosuficiencia.

"La inversión será exitosa cuando los destinatarios no requieran más ser ayudados por la empresa. Éste es el mayor nivel de éxito y es lo que se confronta con las políticas denominadas asistencialistas, que son necesarias pero que si se hacen permanentes se transforman en clientelismo y, además, se deteriora la misma dignidad de la persona humana", concluyen los organizadores.