Publicado 06/04/2018 11:51

El arzobispo argentino Puiggiari dicta un protocolo para prevenir el abuso de curas a menores

Un cura andando por la calle
PIXABAY

   BUENOS AIRES, 6 Abr. (Notimérica) -

   El arzobispo argentino de Paraná, Juan Alberto Puiggari, ha creado un innovador protocolo de prevención de abusos sexuales de sacerdotes a menores y adultos vulnerables. Estas reglas, según el religioso, deberán ser cumplidas por clérigos, católicos y adultos laicos en los espacios arquidiocesanos y también decreta la conducta a seguir si se conoce un caso de pedofilia o violación.

   Los escritos describen algunas normas que han llamado la atención de la opinión pública. Por ejemplo, el protocolo prohíbe a los religiosos estar a solas con niños y adolescentes, recorrer grandes distancias con ellos o mantener reuniones en dormitorios o habitaciones privadas.

   También censura los castigos físicos y el uso de lenguaje humillante o degradante, la realización de insinuaciones, comentarios y chistes sexuales, la posesión y exhibición de material sexual o pornográfico, además de vedar el consumo de drogas ilegales y alcohol.

CONFESIONES A NIÑOS EN ESPACIOS ABIERTOS

   Otra de las medidas que ha llamado la atención es la obligación de impartir la confesión a menores de edad en lugares y horarios específicos "con la puerta de la sacristía abierta para asegurar la posibilidad de ser vistos en todo momento". Es decir, evitar un contacto a solas de los sacerdotes con niños o adolescentes.

   El reglamento prohíbe "regalos personales o desproporcionados" y advierte sobre las comunicaciones personales y virtuales. Asimismo, explica la conducta que se debe seguir en caso de sospecha o denuncia de acoso o abuso sexual por parte de un clérigo: "Se le debe escuchar sin juicios, agradecerle su confianza y valentía y ponerlo en conocimiento de superiores, padres, tutores o autoridades", explica.

   De esta manera, el obispo Puiggiari promulga por primera vez en Argentina un protocolo ante casos de abusos a menores tras los últimos escándalos en el país. Las normas están inspiradas en un documento similar promovido por el Vaticano durante el papado de Benedicto XVI.