Actualizado 08/08/2009 04:10

Ataques en Irak dejan 50 muertos, chiítas son blanco

Por Jamal al-Badrani

MOSUL, Irak (Reuters/EP) - Un atacante suicida en coche bomba causó la muerte a 38 personas mientras salían de una mezquita chiíta en la volátil ciudad de Mosul, al norte de Irak, dijeron el viernes funcionarios, mientras que otros asaltos en Bagdad dejaron 12 víctimas fatales más.

La policía indicó que 140 personas resultaron heridas en el atentado suicida, uno de los numerosos ataques registrados en las últimas semanas contra encuentros religiosos chiítas. El gobernador provincial, Atheel al-Nujaifi, sostuvo que 37 personas perecieron en el asalto y que 276 resultaron heridas.

Hace una semana, una serie de explosiones afuera de mezquitas chiítas en Bagdad causaron la muerte a 31 personas. Los encuentros religiosos chiítas son blanco frecuente de islamistas sunitas como Al Qaeda, que los consideran herejes.

"Estaba en casa cuando sucedió la explosión. Me fui a la mezquita a buscar a mi padre entre las ruinas, lo encontré gravemente herido y lo llevé al hospital, pero murió", comentó llorando Khalil Qasim, de 19 años.

Las autoridades de Mosul pidieron a los ciudadanos que donaran sangre y vehículos de construcción para levantar los escombros que mantienen atrapadas a las víctimas del ataque, que sucedió en Shreikhan, una localidad chiíta turcomana al norte de Mosul, a 390 kilómetros al norte de Bagdad.

Tiroteos y bombardeos se reportan casi diariamente en Mosul.

La violencia en Irak ha disminuido en los últimos 18 meses, pero persiste en Mosul y otras zonas. Los insurgentes han logrado esconderse en remotas áreas alrededor de Mosul, y explotan las divisiones entre los árabes y kurdos del lugar.

La disputa en la provincia norteña de Nínive, de la cual Mosul es la capital, amenaza con separar a la provincia y aumentar tensiones que podrían amenazar la estabilidad a largo plazo de Irak.

"Hay partes que buscan crear caos dentro de Mosul arrastrando a Irak a enfrentamientos sectarios", dijo el gobernador de Nínive, Atheel al-Nujaifi.

TEMOR DE VIOLENCIA SECTARIA

Muchos iraquíes también temen que los ataques contra chiítas renueven los derramamientos de sangre entre sunitas y chiítas que llegaron a su punto cúlmine en el 2006 y 2007. decenas de miles murieron por la violencia desatada tras la invasión liderada por Estados Unidos hace más de seis años.

"Estos atentados son un intento por regresar a Irak al punto de partida", dijo el analista y académico Hameed Fadhe.

"Los ataques aumentarán mientras nos acerquemos a elecciones. Los próximos meses serán una etapa muy crítica para Irak", agregó, en referencia a los comicios nacionales previstos para enero.

Dos bombas al costado del camino impactaron a dos minibuses en incidentes separados en el distrito chiíta Ciudad Sadr de Bagdad, mientras que otra afectó a un vehículo en el este de la ciudad, causando la muerte a seis personas e hiriendo a 24 en total.

Y en lo que podría ser un eco de los anteriores ataques sectarios en represalia, una bomba oculta en una motocicleta causó la muerte más tarde a seis personas e hirió a 35 en un distrito mayormente sunita al oeste de Bagdad.

Los feroces ataques en represalia de insurgentes aún siembran dudas sobre la capacidad de las fuerzas iraquíes de desempeñarse sin ayuda, luego del retiro de las tropas de combate estadounidenses de los centros urbanos del país el 30 de junio.