Actualizado 30/11/2014 16:21

Las bicicletas se abren paso en Sao Paulo pese a las reticencias

Un hombre en bicicleta en Brasil.
Foto: NACHO DOCE / REUTERS

SAO PAULO, 30 Nov. (Notimérica) -

   São Paulo, una de las mayores metrópolis del mundo, con millones de coches congestionando sus calles, está abriendo paso poco a poco al uso de la bicicleta. El Ayuntamiento de Fernando Haddad (Partido de los Trabajadores) ha puesto en marcha un ambicioso plan para que en 2015 la ciudad tenga 400 kilómetros de carril bici.

   Hasta 2013 la ciudad estaba a la cola en el uso de la bicicleta y tan sólo contaba con 63 kilómetros de este tipo de vías. Río de Janeiro, la ciudad teóricamente más 'bike friendly' de Brasil, cuenta con 240 y aún así está lejos de ciudades de menor tamaño, como Berlín, que tiene más de 750. Con el plan que está llevando a cabo São Paulo se espera que sus habitantes no sólo conciban la bicileta para los momentos de ocio, sino como una opción factible de transporte a la hora de ir al trabajo.

   La Compañía de Ingeniería de Tráfico (CET en sus siglas en portugués) es la responsable de poner en marcha el plan, que costará 80 millones de reales (más de 31 millones de dólares). Desde el Ayuntamiento aseguran que en realidad el uso de la bicicleta supondrá un gran ahorro para las arcas municipales y no sólo por los efectos más inmediatos. Según un estudio de la London School of Economics las personas que se desplazan sobre dos ruedas de forma habitual enferman 7,4 días al año, frente a los 8,7 de los que no lo hacen. Tan sólo con esa diferencia el sistema británico de salud se ahorra al año 128 millones de libras.

   Pero muchos paulistanos no están tan convencidos de las ventajas de ir en bicicleta y critican que los nuevos carriles para las bicicletas quiten espacio a los coches. A finales de octubre, vecinos de la calle Plínio Schmidt, en la zona sur de la ciudad, llegaron a cortar el tráfico con una hoguera para protestar por las plazas de aparcamiento que habían perdido. La CET contestó con un comunicado recordando que los carriles bici forman parte de "un cambio de cultura" que valoriza el transporte colectivo y las opciones alternativas al vehículo privado.

   Al principio las franjas para bicicletas fueron recibidas con grandes críticas, pero el paso del tiempo parece estar dando la razón al alcalde. Según una reciente encuesta de Datafolha, el 80% está a favor de los carriles y el 14% en contra, siendo los más jóvenes los más entusiastas con este nuevo enfoque de la movilidad (el 93% está de acuerdo). A pesar de la aprobación muchos lamentan que las prisas provocan acabados de mala calidad e incluso carriles atravesados por árboles o farolas. La prueba de fuego llegará a principios del año que viene, cuando empiecen las obras para implantar un carril bici en el centro de la Avenida Paulista, la principal de la ciudad.

LA GESTIÓN DE HADDAD.

   Convertir Sao Paulo en una ciudad más amable para las bicicletas es sólo una de las marcas personales de Haddad, que en los últimos meses ha destacado por políticas innovadoras que en muchos casos han chocado con el tradicional conservadurismo paulistano.

   El buque insiginia de su gestión es la aprobación del Plan Director Estratégico. Entre otras cosas prevé vincular las construcciones de nuevos edificios a las zonas cercanas a la red de metro, para impulsar el uso del transporte público y descongestionar el tráfico. En este sentido también se quiere potenciar la construcción de viviendas sin garaje, para desincentivar el uso del coche privado.

   Entre sus últimas propuestas, muy aplaudidas por el ala más izquierdista del PT, está dar prioridad en las viviendas sociales del programa 'Minha Casa, Minha Vida' a minorías sociales en riesgo de exclusión, como negros, mujeres maltratadas, indios y transexuales. Una de sus últimas apariciones más comentadas fue pintando un graffiti del Pato Donald, en una especie de acto de conciliación con la comunidad de graffiteros de la ciudad.

TE PUEDE INTERESAR:

Ana Botín se reúne con Dilma Rousseff y anuncia 10.000 millones de dólares para financiar infraestructuras

Buenos Aires y Río de Janeiro, entre las 25 ciudades más divertidas del mundo