LA PAZ, 29 Mar. (EP/AP) -
El número de bolivianos que viajan estos días hacia Europa, especialmente a España, es mayor al habitual y en los aeropuertos se agrupan los que se despiden de sus familiares antes de emprender el viaje, con miedo a ser deportados al final, y los que se enfrentan a la cancelación de algunos de los vuelos previstos a España, informan medios locales.
Esta situación se debe al anuncio de la Unión Europea de que los ciudadanos de Bolivia, el único país andino que mantenía la prerrogativa, ya no podrán viajar sin visado a Europa a partir del 1 de abril.
El embajador de España en Bolivia, Juan Francisco Montalbán, informó ante el Congreso la semana pasada de que es necesario que España ponga orden a la invasión de inmigrantes provenientes de Bolivia, que ya suman cuatro millones, es decir, el equivalente al 10 por ciento de su población. Asimismo, Montalbán señala que suponen el principal problema migratorio de España ya que la mayoría se encuentra en el país de manera ilegal.
Sin embargo, la principal fuerza de la oposición en Bolivia, 'Podemos', responsabiliza en gran medida de esta expatriación al Gobierno de Evo Morales por "la ausencia total de políticas de generación de empleo del Gobierno", según aseguró el portavoz de 'Podemos', José Aruquipa.
"Esta es una muestra de cómo importantes sectores de la ciudadanía han perdido la esperanza en el Gobierno y en el país", insistió Aruquipa.
Por su parte, el presidente boliviano Morales ha señalado que la emigración no es responsabilidad de su Ejecutivo, en el poder desde enero de 2006, sino de tendencias preexistentes heredadas de "Gobiernos neoliberales" que habrían sumido a Bolivia en la pobreza.
Además, no todos los bolivianos que tenían previsto viajar han podido hacerlo, ya que los tres principales ejecutivos de la línea bandera nacional Lloyd Aéreo Boliviano (LAB), administrada por sus empleados, fueron detenidos el pasado martes por supuesta estafa a miles de pasajeros que permanecen con billetes en mano desde principios de semana en los aeropuertos de Santa Cruz y Cochabamba.
El LAB vendió al menos 1.200 pasajes sin posibilidades de llevar a España a esos viajeros, en muchos casos a 2.100 dólares, según informó el abogado de las agencias de viajes de Santa Cruz, Luis Fernando Calvo. El LAB no sólo aumentó las tarifas, sino que "pidió 300 dólares adicionales a los pasajeros para combustible", añadió.
En medio del caos en los aeropuertos, la Fuerza Aérea de Bolivia desvirtuó las informaciones de algunos medios que apuntan que, sin las debidas autorizaciones oficiales, vendió billetes a San Pablo para que otros cientos de bolivianos pudieran coger allí otro vuelo rumbo a España. En este sentido indicaron que sólo programó vuelos contratados por empresarios turísticos.
Mientras, el Gobierno español indicó que hasta 1.000 bolivianos llegan a sus aeropuertos cada día, desde hace varios meses, y que un cinco por ciento es deportado, al evidenciar que su fin no es turístico.