Actualizado 10/10/2006 23:36

Bolivia.- Graves enfrentamientos en La Paz entre partidarios de Evo y contrarios al alcalde durante una manifestación


LA PAZ, 10 Oct. (EP/AP) -

Cientos de seguidores del presidente Evo Morales se enfrentaron hoy con piedras y palos a numerosos choferes del transporte público cuando éstos realizaban una marcha por el centro de La Paz en contra de la alcaldía.

Al menos una persona, un fotógrafo, resultó herido cuando intentaba cubrir gráficamente la trifulca que convirtió al centro de La Paz en un campo de batalla por al menos una hora. La policía debió desplegar camiones lanza agua, mientras piedras y otros objetos cruzaban de un sector a otro. No ha entregado hasta ahora un informe sobre detenidos o heridos.

Finalmente, los oficialistas se retiraron y el grueso de los conductores cercaron en un cordón humano a la alcaldía mientras algunos cometían destrozos a su paso.

Las actividades en esta capital quedaron también afectadas por la continuación del paro indefinido iniciado la víspera por el transporte público contra disposiciones de la alcaldía y la llegada de una marcha de mineros molestos con el gobierno, en protestas que el oficialismo ha calificado como intentos desestabilizadores.

Previo a los choques, momentos de tensión se vivieron con el ingreso de cientos de mineros al centro paceño en una marcha de la Central Obrera Boliviana (COB) contra el gobierno, al que acusa de no haber hecho lo necesario para impedir los enfrentamientos en el sector que la semana pasada dejaron al menos 16 muertos y un centenar de heridos.

Cuando llegaban los mineros, hicieron su aparición por primera los seguidores de Morales. Al grito de "Evo, Evo" salieron a su paso para insultarlos e incluso agredirlos. Los mineros ingresaron detonando cartuchos de dinamita pero no respondieron a los oficialistas.

Al mismo tiempo, otros 400 chóferes, entre propietarios de unidades y asalariados, iniciaron una huelga de hambre en contra de la decisión del Congreso y del Ejecutivo de dar paso a la "nacionalización" de cerca de 60.000 vehículos ingresados de contrabando en los últimos años, porque suponen una competencia para el sector.

El gobierno y el oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) han señalado que las protestas obedecen a problemas locales, que deben ser resueltos por la alcaldía, pero al mismo tiempo han sugerido que se trata de intentos de desestabilizar al régimen.

El alcalde de La Paz, Juan del Granado, un aliado del MAS, dijo que la comuna no dará marcha atrás en su plan de arreglos en el centro de la ciudad, que ha dificultado significativamente el tráfico vehicular y es el motivo de las protestas de los conductores.

El viceministro de Coordinación y encargado de atender conflictos sectoriales, Alfredo Rada, dijo que las protestas intentan "calentar" el clima social para justificar medidas más amplias y duras. Fustigó a los dirigentes mineros porque supuestamente antes respondían al gobierno y ahora son opositores.

En lunes, en la Asamblea Constituyente -con sede en Sucre, al sur- la dirigente del MAS Mirtha Jiménez indicó que las protestas son "señales conspirativas".

"Hay una suerte de intento de desestabilización que está empezando por el desequilibrio de las fuerzas que apoyaban al MAS. Se está aprovechando el escenario para condenar al MAS e intentar desestabilizar al gobierno y eso es un golpe constitucional", agregó.

Coincidió así con el presidente venezolano, Hugo Chávez, quien dijo el lunes en Caracas que en Bolivia se ha puesto en marcha "una conspiración" orquestada por el gobierno estadounidense, "para derrocar a Evo Morales", aliado ideológico del mandatario sudamericano. Chávez dijo que las protestas y el enfrentamiento entre mineros serían parte del supuesto complot.

El gobierno ha declarado ilegal el paro de los transportistas y ha manifestado sospechas de que tiene finalidades políticas. Ellos lo niegan.