LA PAZ, 28 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Evo Morales ha aceptado la propuesta de dialogar con los indígenas que forman parte de la Asamblea del Pueblo Guaraní (APG) --una de las organizaciones que impulsa la marcha contra la construcción de una carretera-- mediante una comisión de alto nivel que se trasladará a la zona de conflicto.
El anuncio lo ha hecho este miércoles el ministro boliviano de Comunicación, Iván Canelas, en medio de una jornada de huelgas y marchas contra la supuesta represión de la que fueron víctimas el pasado domingo nativos del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS).
La comisión de alto nivel se trasladará mañana, jueves, hasta la comunidad de Urundaiti, a unos 17 kilómetros al norte de Camiri, una localidad considerada la capital petrolera de Bolivia, ubicada en el industrial departamento de Santa Cruz (este).
Representantes del Gobierno de Morales se iban a reunir el pasado 26 de septiembre con miembros de la asamblea guaraní, pero el encuentro tuvo que ser suspendido por los hechos de violencia ocurridos en el departamento de Beni (norte), ha explicado Canelas.
"El Gobierno ha tomado la decisión de enviarles una respuesta en la que manifiesta su disposición inmediata para constituir una comisión de alto nivel con poder de decisión, integrada por las autoridades involucradas en las demandas de los indígenas" guaraníes, ha comentado.
La comisión de alto nivel estará integrada por los ministros de la Presidencia, Carlos Romero; de Autonomías, Claudia Peña; de Obras Públicas, Walter Delgadillo; de Desarrollo Rural y Tierras, Nemesia Achacollo; de Medio Ambiente y Aguas, Mabel Monje; y un representante del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA).
"La política gubernamental ha sido desde el principio buscar los mecanismos de diálogo y seguiremos con esa misma política con los hermanos guaraníes", ha enfatizado Canelas en una rueda de prensa.
Unos 500 policías habrían atacado a cientos de indígenas del TIPNIS cuando intentaban cruzar el Puente San Lorenzo, cerca del municipio de Yucumo, en Beni. Los nativos comenzaron hace más de 40 días una marcha hacia La Paz contra la construcción del segundo tramo de la carretera de Villa Tunari-San Ignacio de Moxos porque, según ellos, podría tener efectos medioambientales negativos.
La crisis derivada de las protestas de los nativos ha provocado la dimisión en menos de 24 horas de dos ministros y de un viceministro. En un intento por calmar los ánimos, Morales ordenó suspender las polémicas obras, pero esto no ha convencido a los indígenas ni a la Central Obrera Boliviana (COB) que convocaron para este miércoles una huelga general, además de protestas y marchas.