LA PAZ, 19 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Evo Morales respondió hoy al último informe del Gobierno de George W. Bush, en el que critica a Bolivia por su mal desempeño en la erradicación de cultivos de hoja de coca, recordando que Estados Unidos es el mayor consumidor de cocaína del mundo, por lo que no tiene autoridad moral para criticar a otros países.
Así lo aseguró hoy el portavoz presidencial, Alex Contreras, quien precisó que las críticas que recibe de Estados Unidos en materia de lucha antidrogas parecen buscar pretextos para imponer una política basada en la violación de los Derechos Humanos. Por ese motivo, pidió a Washington respaldar la política boliviana en la materia.
"Somos más efectivos y ajenos a la represión, a diferencia de la política norteamericana, que es una guerra falsa impuesta a Bolivia en las dos últimas décadas", indicó Contreras, para quien la visión del informe estadounidense es una lectura "totalmente errada" de la política de Bolivia en materia de cultivos de hoja de coca.
En este sentido, recordó que en los primeros ocho meses del año se han erradicado 3.411 hectáreas de cocales. "Esto son cifras netas y no infladas como hacían anteriores gobiernos", añadió Contreras, quien adelantó que a fin de año sera sobrecumplida la meta de 5.000 hectáreas.
Contreras citó igualmente los resultados del primer encuentro de campesinos cultivadores de coca, que recientemente accedió a la petición lanzada por el presidente de la República, Evo Morales, de eliminar voluntariamente plantaciones excedentes que presumbilemente son usadas por el nacotráfico.
"Ese compromiso no responde a una imposición estadounidense, sino a la decisión campesina de apoyar las metas fijadas por el gobierno del mandatario indígena", acotó el portavoz, que insistió en que se seguirá cumpliendo la meta de "cocaína cero" sin erradicar la coca, que es una "hoja alimento, medicina y elemento ritual indígena".
Esa política impulsada por el Gobierno de Morales permite a cada campesino cultivar hasta 1.600 hectáreas de coca y compromete a los labriegos a combatir el narcotráfico, además de buscar la despenalización internacional de la planta, para su exportación con fines lícitos.