Actualizado 19/09/2007 03:50

Bolivia.- El vicepresidente boliviano censura la decisión de no declarar de los jueces acusados de prevaricación


LA PAZ, 19 Sep. (EP/AP) -

El vicepresidente de Bolivia Álvaro García consideró exasperante que los cuatro magistrados del Tribunal Constitucional con nuevas causas abiertas en contra se negaran a declarar y les acusó de creerse "dioses, no ciudadanos".

"Estos señores se creen ciudadanos de exclusiva categoría. Todos somos objeto de control y seguimiento jurídico. Hay una ley para enjuiciarlos, pero ellos la desconocen, lo cual nos habla de un comportamiento político", dijo García a periodistas.

Los magistrados se negaron a declarar ayer, por segundo día consecutivo, ante un comité de la Cámara de Diputados que los procesa en otras tres causas planteadas por particulares al margen de la demanda de juicio interpuesta por el Gobierno en contra de tres de ellos por presunta prevaricación.

La portavoz de los magistrados, Martha Rojas, señaló que no harán ninguna declaración hasta que la justicia resuelva un recurso planteado en contra de sus eventuales jueces. "Podemos ser juzgados como cualquier ciudadano, pero exigimos que se respete el debido proceso y nuestras garantías constitucionales", declaró Rojas.

El diputado del partido de la oposición Podemos, Fernando Messmer, dijo el martes que los tres nuevos juicios contra los jueces "tienen carácter político", al igual que la demanda plantada por el Gobierno.

En mayo, el presidente Evo Morales planteó la acusación contra los magistrados por prevaricación, después de que éstos emitieran una sentencia constitucional cesando a cuatro jueces nombrados por el mandatario a la Corte Suprema de Justicia en diciembre. La sentencia señala que ese interinato no debía extenderse más de 90 días.

La Cámara de Diputados, dominada por el oficialismo, aprobó el 22 de agosto abrir el juicio contra los magistrados en una turbulenta sesión que derivó en golpes entre oficialistas y opositores. El Senado, controlado por la oposición, debe tramitar el proceso hasta la sentencia, pero el trámite quedó paralizado.