RÍO DE JANEIRO, 21 Ene. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades brasileñas han elevado este viernes a 764 el balance oficial de personas muertas a causa de las inundaciones de los últimos días en el estado de Río de Janeiro, donde la cifra de fallecidos podría aumentar en las próximas horas, en la medida en que alrededor de 400 personas permanecen desaparecidas.
El Ministerio Público estatal ha indicado que casi la mitad de las personas desaparecidas han sido notificadas en la localidad de Teresópolis, donde se busca a 195 ciudadanos. En Nova Friburgo, también en la Región Serrana de Río de Janeiro, se trata de aclarar el paradero de 134 personas.
Por su parte, la Secretaría de Salud y Defensa Civil del estado, ha informado de que el mayor número de víctimas mortales se ha registrado en Nova Friburgo, con al menos 365 decesos. En Teresópolis, han fallecido al menos 308 personas, mientras que en Petrópolis y Sumidouro el número de muertos es de 65 y 21, respectivamente, según informa la Agencia Brasil.
Ante la magnitud de la tragedia, las autoridades de Río de Janeiro han decidido instalar un total de 60 equipos para alertar contra posibles riesgos de inundaciones o corrimientos de tierra a causa de las fuertes lluvias.
La primera de estas sirenas ha sido instalada este viernes por la mañana en la favela de Borel, en el barrio carioca de Tijuca. A lo largo de la próxima semana, el Gobierno local prevé la instalación de entre seis y diez equipos más, y que el proceso quede concluido en unos dos meses.
El alcalde de Río, Eduardo Paes, ha destacado que "es importante que la población tenga conciencia de que, una vez activada la sirena, deben salir de la zona". "Muchas veces puede ocurrir que se activará y no habrá deslizamiento. Esperemos que así sea", ha añadido, en declaraciones recogidas por 'O Globo'.
Para que la población "se habitúe" al sistema de alarma, las autoridades realizar diversos simulacros y distribuirán folletos informativos con las instrucciones de actuación en caso de riesgo inminente.