BRASILIA, 19 May. (Reuters/EP) -
El Gobierno de Dilma Rousseff creará un "gabinete de crisis" para investigar la rápida destrucción de la selva amazónica, anunció la ministra de Medioambiente, Izabella Teixeira, al entregar los datos sobre la deforestación que está teniendo lugar en esa región correspondientes a los meses de marzo y abril de este año.
El área de selva amazónica perdida entre marzo y abril sumó 593 kilómetros cuadrados, un 473 por ciento más que en el mismo período hace un año, según la información satelital preliminar.
Teixeira informó a los medios locales que ante esta preocupante situación el Gobierno de Rousseff ordenó crear un "gabinete de crisis" para investigar las causas de esta acelerada destrucción de la selva, que ha afectado con más fuerza al estado agrícola de Mato Grosso.
En el período agosto 2010-abril 2011, la deforestación subió un 27 por ciento, lo que elevó la posibilidad de que la tasa de deforestación anual continúe creciendo durante este año.
Este incremento inesperado se da en momentos en que el Congreso de Brasil debate una ley que daría amnistía a muchos agricultores que han deforestado tierras de manera ilegal. Los ambientalistas afirman que el proyecto otorga demasiado peso a los intereses económicos del llamado "lobby agrícola" y que perjudicará el reciente progreso en la reducción de la destrucción de la mayor selva del mundo.
"Tienes 300-400 parlamentarios en Brasilia enviando el mensaje de que el lucro a partir de la deforestación será amnistiado, que el crimen paga", dijo Márcio Astrini, activista de Greenpeace en la Amazonia. "El único factor relevante es el código forestal. Es un aumento gigantesco", añadió.
VOTO APLAZADO
El Congreso aplazó una votación sobre el nuevo código forestal la semana pasada tras días de debate, pero se espera que la realice la próxima semana. Este proyecto podría perjudicar la imagen de Rousseff, quien se comprometió durante su campaña el año pasado que mantendría el compromiso de proteger esa zona.
La destrucción de la selva, causada principalmente por la deforestación para abrir espacios para ganado y otras actividades agrícolas, es una importante fuente de emisiones de carbono que contribuyen con el calentamiento global.
El nuevo código forestal reduciría la cantidad de selva que los agricultores deben preservar, flexibilizaría la conservación de cimas de colinas y daría amnistía ante enormes multas por prácticas de deforestación que tuvieron lugar en el pasado.
Los agricultores brasileños afirman que una mayor flexibilidad en regulaciones ambientales les ayudará a competir a un mejor nivel contra otros grandes países agrícolas, como Estados Unidos y Argentina. Brasil es uno de los mayores exportadores mundiales de soja, carne de vaca, café y otras materias primas agrícolas clave.
Teixeira afirmó que no está claro qué causó el deterioro en el enorme estado de Mato Grosso, que en abril perdió 400 kilómetros cuadrados de selva, la mitad de lo verificado en todo 2010.
La deforestación amazónica cayó a su menor nivel registrado en el período 2009-2010, a 6.500 kilómetros cuadrados, menos que el máximo nivel de la década de 1990, de 29.100 kilómetros cuadrados.