MADRID, 14 Mar. (EUROPA PRESS/Notimérica) -
Brasil ha celebrado este jueves el funeral por las ocho personas, incluidos cinco menores, que murieron el miércoles en un tiroteo protagonizado por dos adolescentes que, al parecer, querían imitar la matanza en el instituto estadounidense de Columbine, lo que ha suscitado un encendido debate sobre las armas en el país.
El funeral ha tenido lugar en el polideportivo de Suzano donde se ha instalado el velatorio de cuatro estudiantes y las dos trabajadoras del colegio Raul Brasil. Otro alumno ha sido velado en una iglesia de la Asamblea de Dios por deseo de su familia. La octava víctima, el tío de uno de los atacantes, también ha tenido una ceremonia aparte.
"Por más que los hechos sean desfavorables, no debemos desviarnos del camino. No vamos a probar que la violencia gana", ha dicho el obispo de Mogi das Cruzes, Pedro Luiz Stringhini, que ha sido el encargado de oficiar el funeral, según informa la Agencia Brasil.
A continuación, los féretros han comenzado a salir en cortejo fúnebre rumbo al cementerio de Sao Sabastiao. El Ayuntamiento de Suzano calcula que unas 5.000 vecinos han acudido a rendir homenaje a las víctimas. "La gente espera que las familias se sientan reconfortadas con tanta presencia", ha señalado Stringhini.
Entretanto, las investigaciones continúan. Fuentes policiales citadas por la prensa local han indicado que los dos adolescentes se habrían inspirado en la masacre perpetrada el 20 de abril de 1999 en Columbine por los estudiantes Eric Harris y Dylan Klebold, que mataron a tiros a doce compañeros y a un profesor.
Además, los exámenes forenses han revelado que uno de los dos adolescentes, Guilherme Taucci, mató al otro, identificado como Luiz Henrique Castro, antes de quitarse la vida. Hasta ahora se creía que ambos se habían suicidado tras el tiroteo.
La Policía ha pedido este jueves la detención de un tercer joven que acompañó al menos tres veces a Taucci y Castro al aparcamiento en el que dejaron el coche que usaron para trasladarse hasta el colegio Raul Brasil.
El ataque comenzó en torno a las 9.00 (hora local) cuando los dos atacantes irrumpieron en el concesionario del tío de uno de ellos, Jorge Antonio de Moraes, le mataron y robaron el coche con el que se dirigieron al Raul Brasil. Allí, abrieron fuego matando a cinco alumnos y dos trabajadoras y dejando una decena de heridos.
Los motivos del ataque aún no están claros, si bien un profesor del Raul Brasil ha contado a los medios brasileños que uno de los dos adolescentes --ambos antiguos alumnos del centro educativo-- sufrió acoso cuando estudiaba ahí.
El suceso ha conmocionado a los brasileños. El Gobierno de Sao Paulo, donde se encuentra Suzano, ha declarado tres días de luto oficial y ha avanzado que las familias de los ocho fallecidos recibirán indemnizaciones de hasta 100.000 reales (unos 23.000 euros).
DEBATE SOBRE ARMAS
Taucci y Castro llevaban una pistola del calibre 38, un arma medieval que la Policía ha descrito como algo similar a un arco y unas flechas, un hacha, cócteles molotov y otros artefactos explosivos.
El hecho de que pudieran entrar en un colegio con tal arsenal ha disparado las alarmas. El alcalde de Suzano, Rodrigo Ashiuchi, ha anunciado que se reforzará la seguridad en todas las escuelas. En la misma línea, la Secretaría de Educación de Sao Paulo ha dicho que revisará las medidas de seguridad en más de 5.000 colegios del estado brasileño.
El incidente ha cobrado mayor relevancia porque una de las primeras medidas del Gobierno de Jair Bolsonaro, que tomó posesión del cargo el pasado 1 de enero, fue facilitar la compra, el registro y la tenencia de las armas de fuego en un país que en 2017 batió récord de homicidios, con una media de siete por hora.
"La armas no matan a nadie, es la gente la que mata", ha dicho Eduardo Bolsonaro, uno de los hijos del presidente brasileño, citado por medios locales. El líder ultraderechista, por su parte, ha calificado lo ocurrido de "atentado inhumano". "Una monstruosidad y cobardía sin parangón", dijo el miércoles en Twitter.