SAO PAULO, 21 Jul. (EP/AP) -
La interrupción de un radar durante la noche en una región del Amazonas obligó a regresar a varios vuelos internacionales que se disponían a aterrizar en Brasil y dejó otros en tierra, horas después que el presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva. anunciara una serie de medidas para aliviar la crisis aérea desencadenada por el siniestro ocurrido el martes en el que murieron unas 200 personas.
La interrupción del sistema de radar sobre el Amazonas, desde la medianoche a las 2:30 de la madrugada (hora local), forzó a los aviones a regresar a sus aeropuertos de origen o realizar aterrizajes en otras terminales.
El jefe de la empresa nacional de aeropuerto (Infraero), José Carlos Pereira, indicó que el fallo se produjo por una falta de suministro eléctrico y que "sacó del aire al sistema de radar y comunicaciones" en el Centro de Control de Tráfico Aéreo 4 (Cindacta-4), con sede en la ciudad amazónica de Manaus, que controla las rutas del centro y hacia el noroeste brasileño.
Pereira, en declaraciones difundidas por la cadena CBN, dijo que el fallo duró poco más de dos horas, pero no dio otros detalles. Debido a esa incomunicación, aviones desde y hacia Brasil, por la ruta del noroeste del país, tuvieron que regresar a sus puntos de origen o aterrizar en otros aeropuertos.
Según un portavoz del aeropuerto Internacional de Miami, Marc Henderson, el fallo del sistema de radar provocó que cuatro vuelos de American Airlines que se dirigían a la ciudad de Sao Paulo y Río de Janeiro tuvieran que regresar. Otros dos vuelos de American que iban desde Sao Paulo a Miami también se vieron afectados y tuvieron que aterrizar en Manaus, según Celso Gick, responsable en esta ciudad de Infraero.
Los problemas en el radar de Manaus se produjeron después que el martes el aeropuerto de Congonhas, en Sao Paulo, fuera el escenario de la mayor tragedia aérea en la historia de Brasil, cuando un Airbus 320 de la aerolínea TAM no logró detenerse en la pista de aterrizaje, salió del perímetro de la terminal y chocó contra una estación de gasolina y un edificio de la propia TAM. En el accidente murieron los 187 ocupantes del Airbus y cuatro personas en tierra.
El general Jorge Kersul Filho, jefe de la división de la Aeronáutica para investigaciones de accidentes, indicó hoy que la caja con las grabaciones de voz de la cabina del Airbus fue localizada el sábado y será enviada a Estados Unidos para su análisis, tras una confusión.
Las autoridades aeronáuticas habían informado previamente que uno de los equipos recuperados, que inicialmente se pensaba que era la caja negra de grabación de voz y había sido enviada a Washington, fue sometida a análisis en aquella ciudad y resultó no ser una de ellas. La segunda caja negra, según los análisis, sí resultó ser la que registra los datos del vuelo.
La tragedia en Sao Paulo fue la segunda en 10 meses después que en septiembre un Boeing 737 de la aerolínea Gol cayó en una región amazónica y murieron sus 154 ocupantes.
Bajo la presión de los dos accidentes en 10 meses y constantes retrasos y cancelaciones de vuelos en los aeropuertos, el presidente Lula anunció anoche una serie de medidas para intentar aliviar la crisis del tráfico aéreo.
Entre las medidas contempladas se encuentra detener los vuelos con escalas y conexiones que lleguen a Congonhas, además de reducir de 44 operaciones por hora a 33 las salidas y llegadas de esa terminal, la más congestionada del país y ubicada en el corazón de la ciudad.
Carlos Camacho, director de seguridad de vuelos del Sindicato Nacional de los Aeroportuarios, dio la bienvenida a las medidas porque "las esperábamos desde hace mucho tiempo para que el tráfico aéreo cumpla su objetivo de transportar personas con seguridad". Las medidas "llegan tarde, pero llegaron", agregó.