BRASILIA, 28 Oct. (EUROPA PRESS) -
Los 600 indígenas que bloqueaban la construcción de la presa hidroeléctrica de Belo Monte, en el estado de Pará, en el norte de Brasil, han abandonado este viernes su protesta después de que un juez declarase ilegal dicho bloqueo y les obligase a despejar de inmediato las obras de la nueva infraestructura.
Los líderes indígenas señalaron que aunque aceptaban detener la concentración, que comenzó el jueves, seguirían luchando contra la edificación de la hidroeléctrica, ya que podría destruir su habitat y obligarles a abandonar sus tierras.
Juma Xipaia, líder de una de las tribus de la región, aseguró que la presa solo se terminará si ellos se cruzan de brazos. "No vamos a pedir nada al gobierno, sino exigir lo que la Constitución nos garantiza. Nuestros antepasados lucharon para que estemos aquí", afirmó Xipaia, según el diario 'O Globo'.
La empresa que realiza las obras aseguró que la construcción está supervisada por el Instituto Brasileño de Medio Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables y que la obra garantiza los derechos fundamentales de los indígenas, la preservación integral de sus tierras y la calidad de vida.
La presa de Belo Monte será la tercera mayor del mundo cuando termine su construcción, solo superada por la china Tres Gargantas y la de Itaipu, en la frontera entre Brasil y Paraguay.