Actualizado 07/08/2012 17:08

Brasil.- Manos Unidas denuncia que el 8% de población indígena de Javari muere enferma ante silencio de las autoridades


MADRID, 7 Ago. (EUROPA PRESS) -

Manos Unidas ha denunciado que el 8 por ciento de la población indígena del Valle del Javari, en el Amazonas (Brasil), ha muerto en los últimos once años a causa de enfermedades como la malaria, la tuberculosis y la hepatitis, "sin que las autoridades se hayan aplicado en mejorar la situación de forma efectiva", con motivo del Día Internacional de los Pueblo Indígenas que se celebra este jueves.

Además, la ONG apunta, en el marco de su campaña 'La Salud, derecho de todos: ¡Actúa!', que los niños menores de catorce años son las principales víctimas del contagio por hepatitis (un 50 por ciento) y que el índice de mortalidad infantil es similar al de países como Afganistán --123 por cada 1.000 nacidos vivos en 2008-- y cinco veces superior a la media nacional.

Como consecuencia de esta situación, según señala la organización, cada año se incrementa el número de hogares monoparentales, fundamentalmente con mujeres como cabeza de familia, con bajos ingresos, y el número de niños huérfanos. Igualmente, indica que el miedo al contagio, el luto y la baja autoestima, están terminando con los rituales y las fiestas que contribuyen a la resistencia de estas comunidades.

Concretamente, Manos Unidas apoya con sus proyectos a ocho comunidades de indígenas Marubo y a otras ocho de indios Kanamari, que viven en la Tierra Indígena del Valle del Javari, segundo territorio indígena brasileño en extensión, con una superficie que abarca 8,5 millones de hectáreas en las que viven unas 5.000 personas, según la Fundación Nacional del Indio (FUNAI).

De entre todos los pueblos del Valle, los Kanamari, que se localizan en el Río Itacoaí, son los más vulnerables. Según explica la ONG, estos indígenas abandonan sus cultivos y van a la ciudad para buscar los beneficios que ofrecen los programas asistenciales del Gobierno, pero terminan gastándolos en alcohol y las jóvenes suelen estar expuestas a la prostitución.

Por su parte, los Marubo reclaman una mejora de la educación escolar indígena pues gran parte de los profesores están enfermos y el apoyo que reciben del Gobierno es muy escaso, según recuerda.

La Diócesis do Alto Solimes en colaboración con el Consejo Indigenista Misionero (CIMI) lleva años denunciando la situación en que se encuentran las comunidades indígenas del Valle del Javari y presionando a los responsables públicos de la salud y la educación para que aporten soluciones pero hasta el momento, según afirma Manos Unidas, "lo único que han obtenido ha sido la callada por respuesta".

Manos Unidas está apoyando junto con la Diócesis y el CIMI un proyecto de prevención e intervención en asuntos relacionados con la salud. Además, está trabajando en la mejora de la producción agrícola, en el fortalecimiento y la capacitación de las organizaciones y los líderes indígenas, en la mejora de la educación y en la revitalización cultural.