Actualizado 06/08/2013 20:12

La Policía brasileña investiga a un niño de 12 años por la muerte a tiros de cuatro familiares


BRASILIA, 6 Ago. (EUROPA PRESS) -

La Policía Militar de Brasil sospecha que un niño de 12 años ha sido el autor de cuatro asesinatos dentro de su círculo familiar, en el que estarían incluidos sus padres --miembros de la Policía Militar--, una abuela y una tía. El joven, que también apareció muerto podría, según pesquisas policiales, haberse suicidado.

Según ha publicado el periódico brasileño 'Folha de Sao Paulo', los agentes policiales encontraron los cuerpos la pasada madrugada dentro de la casa familiar en Brasilandia, al norte de Sao Paulo. De acuerdo con las autoridades, Marcelo Eduardo es el sospechoso de haber matado a su padre, el sargento del Batallón Rota de la Policía Militar Luis Marcelo Pesseghini, su madre, la cabo Andrea Regina Pesseghini, la abuela materna y una tía. Todas las víctimas fueron encontradas con un tiro en la cabeza.

El comandante de la Policía Militar, Benedito Roberto Meira, ha declarado que todos disparos fueron hechos con una pistola del calibre 40, propiedad de la madre. El arma fue encontrada debajo del cuerpo del joven de 12 años. La Policía sospecha que pudo haberse suicidado pues el disparo que acabó con su vida fue hecho desde el lado izquierdo y él era zurdo. Además, según medios locales, dentro de una mochila del niño se habría encontrado otro revolver del calibre 32, también propiedad de la madre.

A pesar de estos hechos y de que la casa de la familia no tenía señales de violencia, la Policía no descarta otras líneas de investigación.

Por otro lado, los cuerpos sin vida de la abuela y de la tía fueron hallados en otra casa dentro de la misma finca familiar. Ambas víctimas estaban acostadas y tapadas como si hubieran sido disparadas mientras estaban dormidas, mientras que los cadáveres del matrimonio yacían en el mismo colchón.

La Policía, que aún no tiene datos precisos de cuando se produjeron las muertes, ha encontrado el coche familiar a pocos metros del colegio de Marcelo Eduardo, quien en su mochila también se hallo indicios de que pudo ir a la escuela el mismo día de los crímenes. Las autoridades han solicitado las imágenes de las cámaras de la zona para intentar esclarecer si el niño fue hasta el centro escolar utilizando el vehículo de la familia.