Actualizado 20/09/2016 07:59

Buenos Aires está de cumpleaños

Plaza de Mayo, Buenos Aires
REUTERS

   BUENOS AIRES, 20 Sep. (Notimérica) -

"Mi Buenos Aires querido, cuando yo te vuelva a ver, no habrá más pena ni olvido", decía el afamado tango con letra del poeta y escritor brasileño Alfredo La Pera, que compuso para el cantante de tangos nacionalizado argentino Carlos Gardel.

   Y no podían estar más en lo cierto ambos. Buenos Aires es, a día de hoy, una ciudad vibrante, con cerca de tres millones de habitantes, con un ambiente cultural rico, una arquitectura marcada por diferentes estilos como el art decó, el alegre art nouveau, o el neogótico moderno, así como una importante mezcla de culturas que convierten a esta ciudad en un lugar en continuo movimiento.

   Por ese motivo, no es de extrañar que Argentina y, más concretamente, Buenos Aires, sean algunos de los destinos favoritos de los turistas internacionales. La capital cuenta con cerca de cuatro millones de visitantes al año y se encuentra entre los 20 destinos preferidos de todo el mundo.

   Aprovechando el 136 aniversario de la misma, desde Notimérica hemos querido recoger algunos de los hitos históricos más importantes que han marcado la historia de la ciudad, que han definido su personalidad actual, situándose como uno de los estandartes de modernismo e integración de toda Iberoamérica.

   

UNA LLANURA MÁS ALLÁ DEL HORIZONTE

   Antes de la llegada de los españoles y el resto de los europeos, Buenos Aires se extendía como una gran llanura que, por su gran extensión, se confundía con el horizonte. La población originaria se dedicaba a la caza y al cultivo y estaba formada por nómadas.

   La laberíntica ciudad que conocemos hoy en día poco tiene que ver con cómo era en su origen: ríos, arroyos y canales marcaban el paisaje que, según el escritor argentino Jorge Luis Borges, estaba plagado de rebaños de ganado y no de hombres.

   La primera fundación de la ciudad no llegaría hasta los años 1500, cuando Juan Díaz de Solís, emprendió su expedición que llegó hasta el Río de la Plata, aunque finalmente, tras la muerte de Solís, no contó con mucho éxito.

   Algunos miembros de la flota decidieron, sin embargo, quedarse allí, ante la imposibilidad de tomar un barco de regreso a España, entre ellos, Alejo García. De este modo, fueron recibidos por los autóctonos, que les enseñaron el idioma y las costumbres típicas.

   La historia de que unos españoles habían emprendido un proyecto allí pronto llamó la atención de otros exploradores, como Hernando de Magallanes, que descubrió el estrecho de Todos los Santos el 21 de octubre de 1520 y bordeó la actual provincia de Buenos Aires.

   De este modo, los europeos emprendieron numerosas expediciones, movidos, sobre todo, por el interés económico. Aunque existe discusión en relación al lugar exacto de la primera fundación, un escrito del conquistador español Pedro de Mendoza señala que el primer asentamiento se sitúa en el actual barrio de La Boca.

   Para otros historiadores, sin embargo, los inicios de lo que hoy conocemos como Buenos Aires se encuentran en el barrio de Parque Patrios. No obstante, todavía a día de hoy, no se conoce con exactitud dónde se ubicó por primera vez Buenos Aires, ya que el material de los documentos de registro era endeble y perecedero.

   Sin embargo, esta primera fundación no se mantuvo, ya que tan solo cuatro años después de la misma, la ciudad fue destruida por los querandíes --indígenas nómadas-- que obligaron a los españoles a regresar. El propio Mendoza murió en el camino, mucho antes de llegar a España.

LA NECESIDAD DE UN CABILDO

   Aunque el intento de Mendoza ha sido considerado como una primera fundación, para muchos historiadores la verdadera fundación de la ciudad no podía llegar hasta que esta dispusiera de una iglesia, un cabildo y un fuerte militar, unas condiciones que no se dieron en el primer caso.

   La segunda fundación, y definitiva, de Buenos Aires corrió a cargo de Juan de Garay y se produjo el 11 de junio de 1580, en un barranco junto al río. La ciudad pasaría a llamarse Ciudad de la Trinidad y el puerto, Santa María de los Buenos Ayres, con el tiempo se recuperaría el nombre de Buenos Aires.

   De este modo, se repartieron tierras bajo las Leyes de Indias de 1573. Además, también se trazaron las manzanas y se ubicó la Plaza Mayor, conocida en la actualidad como la Plaza de Mayo, que era la manzana central, y a su alrededor se ubicaron los principales edificios de la ciudad, como el cabildo, la iglesia o la casa del gobernador.

   En es momento, la ciudad todavía contaba con importantes trabas comerciales, y con el incesante ataque de los indígenas. Durante muchos años, fue una ciudad casi olvidada, ya que Lima --actual capital de Perú-- era el centro comercial de la región y el lugar desde el que operaba el virrey.

EL VIRREINATO DEL RÍO DE LA PLATA

   La situación para Buenos Aires se vio fuertemente favorecida en 1976, cuando se creó el Virreinato del Río de la Plata y Buenos Aires fue nombrada su capital. A partir de ese momento, la ciudad se convierte en un importante centro portuario, aunque también en una zona vinculada al contrabando y a las actividades ilícitas.

   No fue hasta 1880 cuando finalmente Buenos Aires se constituye como la capital argentina, fecha que conmemoramos este martes. En ese día, Buenos Aires se separa también de la provincia.

   Con la llegada de 1994, Buenos Aires deja de ser administrada por el gobierno nacional, con la presencia de un intendente nombrado por el presidente del país. A partir de entonces, la ciudad se considera una Ciudad Autónoma y pasa a ser gobernada por un jefe de gobierno elegido de forma popular.