BUENOS AIRES, 16 Feb. (Notimérica) -
La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, se ha mostrado ofendida tras la visita del mandatario argentino, Mauricio Macri, a la antigua Escuela Mecánica de la Armada, el centro de detención clandestino más grande de la dictadura que hoy es un espacio de Memoria y Derechos Humanos.
"Me extraña que Mauricio Macri haga una reunión en un lugar tan especial después de negarse a recibirnos", ha indicado la presidenta de Abuelas, que ha recalcado: "La visita de Macri a la ex ESMA hirió nuestra susceptibilidad".
Macri se reunió este lunes con el ministro de Justicia, Germán Garavano, en el Espacio de la Memoria, una visita que realiza por primera vez como presidente y es simbólica porque las Abuelas y las Madres de la Plaza de Mayo, muchas de cuyas trágicas historias tienen la ESMA como escenario, han comparado las políticas del Gobierno de Macri con las del régimen castrense.
De Carlotto ha aclarado que mantienen una "muy buena relación" con el secretario de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural, Claudio Avruj, pero ha subrayado que Macri está "ausente".
"Cambió el Gobierno y cambian las situaciones, está a la vista de todo el mundo. Macri es el presidente, no el dueño del país, tiene más obligaciones que derechos", ha indicado la presidenta de Abuelas.
Según De Carlotto, "la historia hay que contarla, no se puede desfigurar ni cerrar" y ha remarcado que "lo que se escribió con la mano, no se puede borrar con el codo", ha informado el diario argentino 'La Nación'.
Por otro lado, la titular de Abuelas de Plaza de Mayo ha criticado la detención de la activista y dirigente de la organización barrial Tupac Amaru, Milagro Sala. "Si ha delinquido, tienen que probarlo y después obrar. La ley dice que toda persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario".
De Carlotto también lamentado que el titular de la cartera de Cultura de Buenos Aires, Darío Lopérfido, no haya perdido disculpas tras asegurar que "en Argentina no hubo 30.000 desaparecidos (en la dictadura), se arregló ese número en una mesa cerrada".
"Me extraña que no haya pedido disculpas, nos despreció". "Espero que deje su cargo voluntariamente y quienes lo designaron tomen medidas", ha concluido De Carlotto.