BOGOTÁ, (Colprensa/Notimérica)
El entusiasmo y la expectativa se han extendido entre los habitantes de Caldono, Buenos Aires y Corinto frente al anuncio del Gobierno de establecer estas localidades como zonas transitorias de normalización y de campamento, en cumplimiento con los acuerdos alcanzados con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FARC).
El pasado jueves, los colombianos vivieron un acontecimiento histórico en La Habana (Cuba), que supone un paso más para la dejación de las armas por parte del grupo guerrillero y para la consecución de la paz en el país, tras uno de los conflictos armados más largos de Iberoamérica.
Para el director de la Asociación de Municipios del Norte del Cauca, Clemente Locumí, es una excelente oportunidad para que estos municipios, históricos escenarios de la confrontación armada con el Estado, se conviertan en el espacio para la reconciliación nacional.
"Es un anuncio que ratifica nuestra intención de encontrar la paz, a través de los diálogos (...) supone empezar la dejación de armas, es la ratificación de que no estábamos equivocados de jugárnosla por la paz con una de las guerrillas más antiguas de Colombia y que ha tenido como zona de operaciones el norte del Cauca", ha explicado Clemente Locumí al exponer que su asociación agrupa a 450.000 habitantes, el 30 por ciento de la población caucana.
Para este líder, que creció en medio de las escenas de la guerra que libraron fracciones de las FARC con la Fuerza Pública; es la ocasión perfecta para que ese dinero invertido en la confrontación armada sea ahora trasladado para el bienestar social y económico de las comunidades asentadas en estos municipios nortecaucanos.
"Cuando estábamos en guerra, la excusa del Estado era que no se podía hacer inversión social en nuestros territorios, por eso, ahora que desaparece el conflicto, es la oportunidad para construir acueductos, carreteras, escuelas y sistemas de electrificación con esos recursos que se invertían en armas", ha afirmado el funcionario.
Mientras tanto, en palabras de la secretaria de Gobierno del Cauca, Alejandra Miller, era de esperar que el Departamento fuera uno de los epicentros para que se materialicen los acuerdos con las FARC, un grupo armado que nació en esta zona del país en la década de los sesenta.
"Municipios como Caldono, Corinto o Buenos Aires fueron escenarios de la actuación de esta guerrilla y qué mejor que ahora los integrantes de este grupo estén en estos territorios en condiciones de paz, con la disposición de dejar las armas", ha declarado Miller.
"La Gobernación apoyará a las comisiones o grupos de verificación para que cumplan su labor en las veredas que serán el escenario de concentración de los guerrilleros", ha manifestado la Secretaría de Gobierno.
Sobre las veredas que serán epicentro de la concentración de 'guerrilleros farianos', el alcalde de Caldono, Pablo Pisso, ha expresado que oficialmente no ha sido notificado de las coordenadas exactas del lugar donde se cumplirá la zona transitoria de normalización en este municipio nortecaucano.
"No sabemos qué vereda de mi municipio será este punto de reunión pero frente a este anuncio solo hay que decir que estaremos dispuestos a colaborar al máximo para que se materialice ese acuerdo tan importante para los colombianos que es la paz con un grupo guerrillero como las FARC", ha continuado Pisso.
"Durante estos últimos tres años, la tranquilidad regresó a nuestro municipio, generando un optimismo en la población y esperamos que esto ya sea definitivo, no solo en el Cauca, sino en toda Colombia", ha indicado el alcalde de Caldono.
Como en Caldono hay comunidades indígenas, las autoridades de resguardos y cabildos asentados en este punto del Cauca están dispuestas a colaborar con el trabajo que se realizará con los integrantes de esta guerrilla, pero dejan claro que falta conocer la respuesta del Gobierno y de las FARC de brindar un espacio para que los nativos sean escuchados en el marco de los diálogos de paz.
CORINTO, DE NUEVO ESCENARIO DE PAZ
De igual forma, en Corinto hay un entusiasmo de lo que será la materialización de un campamento de las FARC en este municipio en cumplimiento a los acuerdos de paz de La Habana. En esta localidad, según cifras de la Unidad Nacional de Víctimas, se registraron 720 acciones bélicas en el marco del conflicto armado.
Hay que recordar que este municipio nortecaucano ya fue escenario, en la década de los ochenta, de un acuerdo bilateral de alto al fuego entre el Gobierno de Belisario Betancur y el Movimiento 19 de Abril, M-19, preámbulo de la desmovilización de este grupo guerrillero.
Ahora, y según los mandatarios de estas localidades nortecaucanas, se está a la espera de la entrega de las coordenadas exactas donde se ejecutarán las zonas transitorias de normalización y la instalación de uno de los ocho campamentos en el marco de la materialización del cese al fuego bilateral definitivo, y de la entrega de las armas por parte de las FARC.