Actualizado 29/03/2017 14:35

La causa Von Wernich o cómo un sacerdote parece adorar al diablo

   BUENOS AIRES, 9 Oct. (Notimérica) -

   Tras 96 días de juicio, el 9 de octubre de 2007 el sacerdote argentino Christian Von Wernich escuchaba su sentencia final. Acusado de privar ilegítimamente de la libertad a 42 personas, de torturar a 31 inocentes y de asesinar a otros siete, el sacerdote de la Iglesia Católica era declarado culpable y condenado a cadena perpetua por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº1 de Buenos Aires.

   Con esta condena, Von Wernich, conocido como 'el cura del diablo', se convirtió en el primer sacerdote de la Iglesia Católica que afrontó un juicio oral y público, siendo hallado culpable de los cargos que pesaban sobre él.

   Un Von Wernich de 69 años escuchó la decisión de la Justicia, 30 años después de haber cometido los mencionados delitos, durante la dictadura militar argentina (de 1976 a 1983).

   Por aquel entonces, este sacerdote era capellán de la policía bonaerense que comandaba el general Ramón Camps, apodado 'el carnicero de Buenos Aires'.

   

   Según los testimonios, Von Wernich recorría los centros de torturas y, justificando que prestaría consuelo espiritual a los detenidos, los interrogaba y torturaba al igual que los militares y policías.

   "Tienen que pagar por sus actos contra la patria. Ustedes le han hecho mucho daño al país. El dolor es una forma de redimir el mal que hay en uno. Tienen que abrazar su cruz, así como Jesús, por otros motivos. Porque el mal se cura con castigo", aseguraba Von Wernich, según sus víctimas.

   Tras la decisión del Tribunal, la institución católica se distanció del sacerdote mediante la publicación de un documento. "La Iglesia en la Argentina está conmovida por el dolor que nos causa la participación de un sacerdote en delitos gravísimos", aseguraron.

   Proveniente de una familia acomodada e influyente dentro de la esfera política y económica, Von Wernich nació el 27 de mayo de 1938 en San Isidro, Buenos Aires. Cuando tenía dos años, su familia decidió mudarse a Concordia, en la provincia de Entre Ríos, donde vivió durante su adolescencia y comenzó a relacionarse con jóvenes de Acción Católica.

   El joven Von Wernich también participó junto con su hermano Guillermo en manifestaciones y "cruzadas" contra judíos, masones y comunistas, en representación de la derecha ultracatólica, según 'La izquierda diario'.

   Este juicio fue el primero que se llevaba a cabo contra un miembro de la Iglesia por ser partícipe del terrorismo de Estado.

   De joven, su interés por la religión lo llevó a tratar de ingresar en el Seminario de La Plata, una meta que no consiguió "debido a su comportamiento". Von Wernich tendría que esperar hasta el 31 de marzo de 1974, ordenándose sacerdote a los 35 años de edad.

   Ya de sacerdote, a través de su hermana Claudia --quien estaba casada con un militar-- Von Wernich conoció al militar Cmaps. Desde un primer momento, ambos tendrían una relación muy estrecha, lo que explicaría su colaboración en las cruentas acciones.

   A raíz de esta relación, según los fiscales, el sacerdote tuvo "actividad comprobable en varios centros clandestinos de detención en los que mantuvo contactos directos con víctimas e imponía tormentos, principalmente psicológicos y morales". A través de este 'modus operandi', Von Wernich tenía dos objetivos: obtener información de los detenidos y acallar los reclamos de sus familiares en todo intento por recurrir ayuda".

   Los delitos por los que fue acusado fueron cometidos en su mayoría en el centro clandestino de detención Puesto Vaco, ubicado en una dependencia policial de Pilcomayo 69, de la localidad de Don Bosco (en la provincia de Buenos Aires).

   Además, el sacerdote también fue acusado como partícipe secundario en las privaciones ilegales de libertad. De acuerdo con el Tribunal, mediante el acercamiento de las personas privadas de libertad y el de lograr establecer confianza en las visitas que efectuara a las prisiones clandestinas, logró captar la voluntad de las víctimas que en la creencia --gracias a su condición religiosa--, de que si colaboraban con sus captores recuperarían la libertad. Por este hecho, Von Wernich fue acusado como coautor en siete homicidios.

   "Von Wernich no tenía escrúpulos y usaba su investidura de sacerdote para colaborar con la dictadura. Era parte del grupo itinerante que recorría los centros clandestinos de detención. Era parte de la tortura. Con su sotana manchada de sangre justificaba a los que torturaban y cometían delitos de lesa humanidad incitando sus prácticas y reiteración", subrayó en el juicio el abogado Alejo Ramos Padilla, quien representa a la familia del periodista Jacobo Timmerman, fundador de 'Primera Plana', secuestrado junto a varios de sus redactores.