Actualizado 16/08/2009 17:30

Cazadores griegos reprueban plan de energía solar

Por Ingrid Melander

MEGALOPOLIS, Grecia (Reuters/EP) - El aire de la ciudad griega de Megalópolis se llena de polvo y humo despedidos por plantas de energía a lignito, pero algunos residentes rechazan una posible solución al oponerse a la construcción del mayor proyecto de energía solar sobre una colina cercana.

Los cazadores locales, enojados porque se descartó un plan anterior de levantar un bosque en el lugar, han acudido a la justicia para tratar de detener la construcción de un parque de paneles solares de 50 megavatios.

"Bajo ningún aspecto aceptaremos el sacrificio de ni un solo árbol, no cederemos ante estos intereses," dijo Kostas Markopoulos, presidente de la Asociación de Cazadores del Peloponeso, durante una visita al lugar sobre una colina con vista a la pequeña ciudad.

Debajo se encuentra la enorme mina a cielo abiertos de donde se extrae el lignito, una fuente de energía barata pero altamente contaminante conocida también como carbón marrón, y las plantas adyacentes donde es quemado para generar electricidad para el sur de Grecia. Las casas más cercanas se encuentran sólo a unos 100 metros de distancia.

La burocracia, la falta de voluntad política y la oposición de la gente del lugar han entorpecido el desarrollo de un mercado de energía renovable que podría haber resultado prometedor en Grecia, cuyo clima está dotado de abundante sol y viento.

Esto ubica a Grecia muy por detrás de los líderes de la Unión Europea en el tema, como la mucho menos soleada Alemania.

A pesar de unos de los subsidios gubernamentales más generosos y de los precios de la electricidad garantizados a nivel mundial a largo plazo, Grecia se ubicó en el decimoctavo lugar en cuanto al porcentaje de fuentes renovables como proporción del consumo bruto de electricidad en la UE en el 2007.

El proyecto de Megalópolis, que prevé utilizar paneles fotovoltaicos para convertir la luz solar en electricidad, sería uno de los más grandes esquemas de energía solar del mundo. Se espera que cueste de 200 a 250 millones de euros (280 a 349 millones de dólares).

A casi dos años de que el operador del suministro eléctrico PPC obtuviera las licencias de producción, nada ha sido construido en el lugar. Todavía se espera un fallo judicial acerca de la apelación de los cazadores.

GIGANTE DORMIDO

Los inversores, quienes hace años que esperan para explotar el enorme potencial de Grecia, dice que después de décadas de lucha contra la interminable burocracia, ven algunos motivos para tener esperanzas unas vez que una nueva legislación entre en vigencia.

"En los últimos 15 años, Grecia ha sido el gigante dormido de las fuentes de energía renovables en Europa", dijo Nikos Vassilakos, quien dirige una asociación griega y europea de inversores en materia de renovables. "Ahora hay algo que se está moviendo, tal vez lentamente pero los inversores han aprendido a ser pacientes" agregó.

Grecia es conocida por su lento trámite de entrega de licencias, proceso que Vassilakos estimó que toma tres a cuatro años en promedio.

El Gobierno acaba de aprobar una ley para fuentes renovables, además de aprobar nuevos incentivos para que los individuos instalen paneles solares sobre los techos y vendan la electricidad, eliminando el proceso de licencias que solía costar miles de euros.

En los próximos dos meses, el Gobierno planea presentar una ley para acortar los trámites para granjas de viento y pequeñas plantas hidroeléctricas.

Con una capacidad instalada de aproximadamente 1.200 megavatios, mayormente del viento, Grecia debe acelerar la velocidad para ajustarse a las normas de la UE.

El país necesita producir más de un tercio de su electricidad a partir de fuentes renovables para 2020, desde el 9 por ciento actual -la cifra cae a 4 por ciento aproximadamente sin las grandes platas hidroeléctricas, que los expertos dicen que es un cálculo más realista.

Entre los inversores presentes en el mercado griego de la energía renovable están Enel de Italia, EDF de Francia e Iberdola de España, además de otras compañías más pequeñas. Hay más de 4 billones de euros en aplicaciones de energía renovable esperando ser aprobadas por el regulador de energía de Grecia.

"Es un momento emocionante. Mire cuán grande es el potencial no aprovechado," dijo Vassilakos.

OBVIANDO EL PANORAMA COMPLETO

Caminando por la mina y por los poblados que bordean la planta a lignito, donde los contaminantes en el aire causan ardor en la garganta después de unos minutos, el líder de los cazadores, Markopoulos, se muestra poco convencido.

"Un parque solar aquí a una escala tan grande sería un gran espejo que ahuyentaría la vida silvestre. Esto debería hacerse en otros lugares, y estos existen, que no destruyan el medio ambiente natural," le dijo el hombre a Reuters.

Los ambientalistas, inversores y autoridades locales sacuden sus cabezas de consternación y dicen que los cazadores y otras personas carecen de información y están obviando el panorama completo de los beneficios ambientales, sanitarios y económicos.

"Construir una instalación fotovoltaica allí va a ser mejor para el medio ambiente que unos pocos árboles", dijo el director ejecutivo de PPC Renovables Tassos Garis.

"En un principio escuchamos cosas como que la temperatura alcanzaría los 60 grados centígrados, cosas espantosas, nada que ver con la realidad", dijo el alcalde de Megalópolis Panayiotis Bouras, quien respalda el proyecto.

La energía solar está usualmente entre las opciones ecológicas más cálidamente recibidas. Las represas hidroeléctricas pueden causar enojo cuando los valles son inundados y las turbinas de viento pueden ser tildadas de desagradables a la vista, pero la energía solar casi nunca es criticada, ya que sus paneles usualmente son bastante discretos.

Los cazadores, quienes les disparan a conejos y a otras pequeñas especies de caza en las colinas circundantes, no son los únicos a los que les preocupa el proyecto. Los que dependen de la planta energética y la mina como fuente de sustento temen quedarse sin empleo.

"La gente trabaja aquí (en la planta de lignito), se gana el sustento, ¿qué podemos hacer?" dijo Aggeliki de 77 años, conversando con vecinos cerca de un grupo de casas no muy lejos de una de las plantas.