Actualizado 18/11/2014 05:09

Centroamérica y España, 30 años trabajando juntos en la cooperación

Centroamérica
Foto: NOTIMÉRICA

MADRID, 18 Nov. (Notimérica) -

   El ciclo de la cooperación internacional española, iniciado hace 30 años, se forjó con el I Plan de Cooperación Integral con Centroamérica, creado en 1984 y a partir del cual se creó un modelo que se ha ido desarrollando a lo largo de estas tres décadas.

   Guzmán Alonso Moreno, consultor de Cooperación Internacional para el Desarrollo, ha explicado este lunes en el teatro Ateneo de Madrid (España) que este primer plan vino a ser el primer planteamiento "experencial y experimental en el que se arraigaron las distintas formas  y conceptos" de la cooperación, el punto en el que se contrastó "la realidad que existía" y los "planteamientos que se podrían encontrar".

   En este sentido, el plan se creó como una iniciativa orientada a conseguir la paz en Centroamérica y a crear propuestas para hacerlo posible. Surgió así la ocasión de que España entrara a participar en la cooperación, bajo la idea de que "sin paz no hay desarrollo, y sin  desarrollo no hay paz", tal y como ha indicado Moreno.

   De esta forma, España persiguió tres objetivos: participar en las relaciones internacionales, proyectarse como país relevante en las relaciones unilaterales y bilaterales, y desarrollar en el país una arquitectura de cooperación que aún estaba por definirse, según defiende el investigador.

   Antes de la creación de este plan, en España "no se sabía lo que era la cooperación", por lo que así surgió la llegada de los primeros cooperantes españoles a Costa Rica, Honduras y  Nicaragua.

CARACTERÍSTICAS DEL I PLAN

   Moreno ha señalado que el I plan de Cooperación tuvo un carácter de globalidad, de modo que, en los tres países a los que llegó España, se trabajó de la misma forma en sectores como la educación, la sanidad, la administración o la agricultura, entre otros.

   Por otro lado, se trabajó mediante la intervención directa en los proyectos "priorizados por instituciones" que fueron complementados con el diseño y la "elaboración de nuevos proyectos por parte de profesionales y de la captación de fondos y recursos".

   En esta línea, el plan contó con una profesionalización y cobertura de los cooperantes, ya que aquellos que participaron en este proceso "ya tenían el bagaje de dinamización" y, el tener el conocimiento de lo que es la dinamización social, económica y política "es muy importante"  porque permitió tener "un conocimiento de identificación y diagnóstico de las realidades para saber transmitirlas", apuntó Moreno.

   Asimismo, el plan tuvo que lidiar con las dificultades de la precariedad de medios y recursos. El consultor ha comentado que tuvieron que "empezar desde la nada y articular sobre la marcha", lo que supuso una "dificultad, pero también un gran reto".

CONSECUENCIAS DEL PLAN

   Según Moreno, sin el I Plan "la cooperación no se hubiera dado con la rapidez y la extensión con la que se dio después". A partir de este primer paso, surgió la idea de ampliar la cooperación a otras áreas geográficas de la zona andina y el Caribe, en países como República Dominicana, Perú o Ecuador, entre otras.

   En las ONG se forjó la idea de que "podía haber personas especializadas que podían hacer cosas sobre el terreno", dejando de lado el concepto de que son sólo instituciones.

   Como consecuencia de estas acciones y descubrimientos, se aceleró el conocimiento sobre América Latina y la cooperación, "multiplicándose los cursos para divulgar lo que era el trabajo de cooperación y lo que era Iberoamérica".

DEFICIENCIAS DESDE EL ORIGEN

   A pesar de no haber fracasado y de haber conseguido instaurarse como el pionero de muchos otros planes desarrollados posteriormente, el I Plan de Cooperación Integral con Centroamérica "nació con tres deficiencias, a las que se sumarían otras".

   Por un lado, se creó la figura de la cooperación, pero se creó "sin pensar un diseño, sin una intención de diseñar una carrera administrativa dentro de la cooperación". Por otro, este sistema acarreó consecuencias políticas, como la "rotación muy fuerte de  profesionales" o "la fuga de talentos".

   Por último, la cooperación se dio con "mucha abundancia y buenos planteamientos", pero le  faltó "estrategia" porque han predominado "los intereses y las modas".