SANTIAGO, 28 Mar. (De la corresponsal de EUROPA PRESS Claudia Riquelme) -
Cinco bombas de ruido que estallaron entre la madrugada y el mediodía de hoy en Santiago mantienen en alerta a las autoridades policiales chilenas, en la víspera de la conmemoración del llamado 'Día del Joven Combatiente' que se celebra mañana jueves 29 de marzo.
La fecha recuerda el asesinato de los hermanos Rafael y Eduardo Vergara Toledo, quienes murieron en 1985 debido a la represión policial en medio de las protestas en contra de la dictadura de Augusto Pinochet.
Cuatro de los artefactos explosivos detonaron durante la madrugada en distintos sectores de la ciudad. Uno afectó al Banco BCI, en la comuna de Quinta Normal, al noroeste de Santiago, causando daños en ventanales; otro a un comercio de venta de automóviles en la comuna de Providencia, al este de la capital, provocando daños a dos Mercedes Benz; un tercero a un local de la cadena de comida rápida Mc Donald's y el último en Camino a Melipilla, al oeste de la ciudad, sin que se reportaran daños.
La quinta bomba de ruido fue detonada sin causar daños en las inmediaciones del edificio de las Fuerzas Armadas, en pleno centro de Santiago y frente al Palacio de La Moneda.
Sin que haya existido un llamamiento oficial, es sabido que organizaciones políticas de izquierda y defensoras de los derechos humanos conmemoran el día en memoria de las víctimas y que durante la noche se producen incidentes y enfrentamientos entre encapuchados y la policía, especialmente en barrios periféricos. Al respecto, el gobierno chileno anunció un plan policial especial y afirmó que no tolerará desórdenes en esta conmemoración.
Al respecto, el ministro del Interior, Belisario Velasco, dijo a 'Canal 13' de televisión que el Gobierno está "preparado para cosas mayores" al referirse a las actuaciones de grupos presuntamente subversivos.
"Detrás de los bombazos hay elementos de grupos de ultra izquierda no parlamentaria, hay grupos de lumpen (antisociales) semi organizados, hay sectores de los famosos encapuchados del año pasado que están absolutamente identificados, quiénes son, dónde estudian o dónde trabajan, dónde viven, y se va a actuar con severidad sobre ellos, no podemos aceptar que unos pocos pongan en jaque a la población".