SANTIAGO, 14 Abr. (de la corresponsal de EUROPA PRESS Claudia Riquelme) -
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) expresó ayer su apoyo a la reforma educacional impulsada por la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, que termina con el lucro de los privados que administran establecimientos que reciben subsidios estatales y deroga la ley educacional heredada de la dictadura.
La mandataria envió al Parlamento un proyecto que obliga a que quienes administren escuelas públicas deben ser organizaciones municipales o fundaciones sin fines de lucro, que sólo se dediquen a la enseñanza.
Para Unicef, la iniciativa de Bachelet, que ha sido criticada por la derecha opositora al oficialismo de centro izquierda e incluso por la Iglesia Católica, quienes argumentan que se atenta contra la libertad de enseñanza, "es un paso importante para avanzar en la construcción de un sistema escolar que asegure a cada niño y niña y adolescente el derecho a una educación de calidad y sin exclusiones".
El organismo internacional considera que el proyecto cumple "con las exigencias y concepciones que demanda una educación moderna y sitúa a Chile en un nivel de debate acorde con las necesidades educativas del siglo XXI, como el derecho a acceder y permanecer en la escuela, a la no discriminación, a una educación de calidad y a educarse en una comunidad sana y socialmente armónica".
En un comunicado público, Unicef celebra que la reforma obligue al Estado a ser "garante del derecho a la educación de calidad para todos".