Actualizado 09/08/2015 14:26

Cientos de chilenos salen a las calles para celebrar la muerte del exjefe de Policía de Pinochet

   SANTIAGO, 8 Ago. (Notimérica) -

   Tan pronto como se ha conocido la noticia del fallecimiento del exjefe de la Policía Secreta y máximo responsable de la dictadura de Augusto Pinochet, Manuel Contreras, cientos de personas han salido de manera espontánea a las calles de Chile con banderas nacionales y coreando los cánticos "se murió, se murió", como señal de celebración popular.

   Los festejos han congregado este sábado a jóvenes y adultos de avanzada edad tanto en las mediaciones del Hospital Militar de Santiago, ubicado en la comuna de La Reina y donde falleció el viernes el creador de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), como en la plaza Italia y centro neurálgico de la capital.

   "Siento una enorme pena, pero también lo es el hecho de que no haya pagado acá todo lo que hizo. Que se haya muerto este asesino ha sido todo un regalo", ha declarado una mujer eufórica de alegría ante las cámaras de 'Canal 13'.

   En las cercanías del hospital, otra chilena, que se encontró de frente con la manifestación, también ha señalado su emoción por la "buena noticia" y el deseo de unirse a la festividad.

   Con banderas del Partido Comunista y coreando los cánticos de "se murió, se murió, 'El Mamo' se murió", un hombre de mediana edad ha explicado la satisfacción por el fallecimiento de Manuel Contreras, "pero la tristeza por las detenciones que aún esperan para honrar a todos los desaparecidos durante la dictadura de Pinochet".

   El general Manuel Guillermo Contreras Sepúlveda es considerado por los chilenos como el principal responsable, después de Augusto Pinochet, de las violaciones a los Derechos Humanos acometidas durante los años de la dictadura cívico-militar que gobernó el país entre 1973 y 1990.

   Contreras encadenó 59 sentencias firmes, entre las que destaca la recibida por los asesinatos del exministro de Exteriores Orlando Letelier y de un guerrillero izquierdista, que sentaron precedente judicial al reconocer el secuestro permanente como un delito imprescriptible.