Actualizado 05/07/2010 17:45

Clima.- China acogerá una ronda de conversaciones internacionales sobre el clima dos meses antes de la cumbre de Cancún

Las autoridades chinas apuestan por "volver a lo básico" y generar confianza para garantizar el éxito de la cumbre de Cancún


PEKÍN, 5 Jul. (EUROPA PRESS) -

La ciudad de Tianjin, en el noreste de China, acogerá una ronda de conversaciones internacionales sobre cambio climático el próximo octubre, dos meses antes de la cumbre sobre este tema que organiza la ONU en Cancún (México), según informó el subsecretario general de la ONU y director ejecutivo del Programa de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente, Achim Steiner.

Steiner declaró ayer, domingo, al periódico 'China Daily' durante su asistencia a la Expo 2010 de Shanghai que aunque las autoridades chinas aún no lo han anunciado oficialmente, están trabajando en estrecha colaboración con la ONU para preparar el encuentro de Tianjin.

"Este gesto de China es bastante positivo", opinó. "China va a introducir algunas ideas y oportunidades nuevas para hacer que las negociaciones avancen", añadió. El vicepresidente del Panel de Expertos sobre Cambio Climático de China, He Jiankun, confirmó la noticia dada por Steiner y explicó que con la reunión de Tianjin se pretende "ayudar a las naciones a alcanzar más acuerdos en las negociaciones de finales de año".

El gigante asiático es el país que más gases de efecto invernadero produce a través de la actividad humana, y su postura respecto a la necesidad de controlar la emisión de esos gases será crucial en los esfuerzos para alcanzar un nuevo acuerdo que permita hacer frente al calentamiento global.

La cumbre de Copenhague de finales del año pasado finalizó con un débil acuerdo no vinculante. La próxima gran cita será en Cancún del 29 de noviembre al 10 de diciembre, pero las autoridades de China y de otros países dudan de que esa reunión vaya a concluir con un pacto vinculante, algo que es más probable que ocurra en el encuentro que se celebrará en Sudáfrica a finales de 2011. Previamente, del 2 al 6 de agosto, habrá una reunión sobre cambio climático en Bonn (Alemania).

Steiner subrayó que el que se logren "resultados provechosos" en Cancún o no "dependerá de los esfuerzos de todos los miembros". "Debemos trabajar para que los objetivos y proyectos de Copenhague se traduzcan en instrumentos formales para luchar contra el calentamiento global", afirmó.

GENERAR CONFIANZA

El representante especial de China para las negociaciones sobre el cambio climático, Yu Qingtai, destacó ayer que en la cumbre de Cancún hay que "volver a lo básico", es decir, a la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y al Protocolo de Kioto, para volver a generar confianza mutua y asegurar así el éxito del encuentro.

Asimismo, consideró que las negociaciones se deben basar en el principio de que los países desarrollados y los que están en vías de desarrollo no pueden tener las mismas responsabilidades en cuanto a la reducción de sus emisiones. "No se podrá progresar si nos alejamos de ese principio", recalcó.

Yu indicó que la confianza mutua se vio "gravemente" dañada en la cumbre de Copenhague, en la que varios países desarrollados, dijo, no cumplieron sus compromisos e hicieron demandas "poco razonables" a los países en vías de desarrollo. A su juicio, estos últimos son las víctimas del cambio climático y por ello no deberían ser los que asuman sus consecuencias.

En este contexto, Yu instó a las naciones desarrolladas a cumplir su promesa de ofrecer ayuda financiera y tecnológica a las menos desarrolladas para que hagan frente al cambio climático. En el Acuerdo de Copenhague, los países ricos se comprometen a entregar casi 30.000 millones de dólares en concepto de ayuda desde 2010 hasta 2012 y otros 100.000 millones desde entonces hasta 2020, pero aún no se ha decidido de dónde va a salir el dinero ni cómo se va a usar.

El representante especial reiteró que la elaboración e implementación de una política frente al cambio climático en China deberá tener en cuenta que gran parte de su población vive por debajo del umbral de la pobreza. Aun así, aseguró que China se esforzará por alcanzar su objetivo de reducir entre un 40 y un 45 por ciento su intensidad energética (emisión de dióxido de carbono por cada unidad del PIB) en 2020 repecto a los niveles de 2005.