Actualizado 17/12/2009 20:36

Clima.- El vicepresidente cubano defiende cambiar los patrones de consumo que "están destruyendo la vida del planeta"


COPENHAGUE, 17 Dic. (EUROPA PRESS) -

El vicepresidente cubano, Esteban Lazo, instó este jueves a cambiar los actuales patrones de consumo "insostenibles e impuestos por el imperio" estadounidense que, a su juicio, "están destruyendo la vida del planeta".

Lazo se pronunció así durante un encuentro previo de los países miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) en Copenhague, donde esta tarde el vicepresidente cubano intervendrá en la cumbre sobre cambio climático que acoge la capital danesa hasta el viernes.

El mandatario cubano defendió que los países desarrollados deben saldar su "deuda climática" con los países en vías de desarrollo y que la mejor vía para combatir el calentamiento global requiere cambiar los actuales patrones de consumo.

"Aquí en Copenhague se está librando la batalla política de la historia humana (...) Los países del sur y la ALBA hemos exigido a las naciones desarrolladas que reconozcan y salden su deuda climática con la humanidad", insistió, al tiempo que lamentó "la falta de voluntad política de muchos países desarrollados y, en especial, del imperio norteamericano" para luchar contra el cambio climático.

"Viendo como se recrudece el capitalismo en el mundo, decimos que el ALBA ahora no sólo es una alternativa para los pueblos de América, sino para el mundo entero", concluyó.

Al vicepresidente cubano, que encabeza la delegación cubana desplazada a la cumbre, estará acompañado en la cita por el ministro de Asuntos Exteriores de la isla, Bruno Rodríguez.

Los presidentes de los países que conforman la ALBA instaron este lunes a los países desarrollados a destinar el 6 por ciento de su Producto Interior Bruto a los países en vías de desarrollo con el objetivo de ayudarles a luchar contra el cambio climático y contribuir a saldar "su deuda climática" por haber "generado aproximadamente tres cuartas partes de las emisiones históricas mundiales".

En una declaración conjunta, los líderes del ALBA, reunidos en La Habana el domingo y lunes pasados, admitieron su "profunda preocupación" por la marcha de las negociaciones para lograr un acuerdo global para reducir las emisiones de CO2 a nivel mundial más allá de 2012 cuando expira el actual Tratado de Kioto al percibir que "los países desarrollados, principales responsables del cambio climático y de sus impactos adversos, no tienen la intención de alcanzar resultados justos y balanceados en Copenhague".

Por ello, instan a los países desarrollados a saldar su deuda climática comprometiéndose con objetivos "vinculantes" y "sustanciales" de reducción de emisiones "domésticas" y de "reabsorción" del CO2 de la atmósfera.

Igualmente, les reclaman cumplir "sus compromisos de transferencia efectiva de tecnología" de forma "asequible" para los países en vías de desarrollo y, por otra parte, garanticen "recursos financieros públicos adicionales, adecuados, previsibles y sostenibles" para contribuir a su adaptación al cambio climático y, en este sentido, consideran que deben destinar el 6 por ciento de su PIB a saldar su deuda climática y a cambiar sus patrones de consumo.

El ALBA, creada en 2003 a instancias de Cuba y Venezuela como contrapeso al Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA), está integrado actualmente por Antigua y Barbuda, Bolivia, Cuba, Dominica, Ecuador, Nicaragua, San Vicente y Granadinas y la propia Venezuela. Honduras integraba el bloque hasta el derrocamiento en junio en un golpe militar del presidente Manuel Zelaya.