Actualizado 31/01/2007 15:03

Colombia.- La CSI denuncia que casi un centenar de sindicalistas fueron asesinados en Colombia en 2005

América Latina es el continente en el que se registra la mayor cifra de siniestralidad, con 114 fallecidos de los 145 casos registrados


MADRID, 31 Ene. (EUROPA PRESS) -

Colombia es el país más peligroso para los sindicalistas ya que, sólo en 2005, un total de 99 personas fueron asesinadas por su afiliación sindical, mientras que 445 recibieron amenazas de muerte, según denuncia la Confederación Sindical Internacional (CSI), que representa a 168 millones de trabajadores en 154 países.

Este organismo acaba de hacer público que, durante 2005 --último año del que se disponen datos globales--, un total de 145 personas murieron tratando de defender sus derechos laborales. Además, 463 recibieron amenazas de muerte, 704 sufrieron torturas a causa de su militancia sindical y 2.018 fueron arrestadas por estos motivos.

De cualquier manera, la CSI recuerda que "estas cifras corresponden sólo a los casos denunciados" pero hay que tener en cuenta "las cientos de miles de violaciones de los derechos básicos, torturas, amenazas y chantajes que sufren en silencio cientos de miles de trabajadores en todo el mundo".

Sólo en América Latina murieron 114 sindicalistas aunque Colombia no es el único país peligroso para este sector. En República Dominicana, durante el mismo período, ocho personas fueron asesinadas mientras que en Brasil, los miembros de los sindicatos y organizaciones agrarias "son objeto de amenazas y maltratos, cuando no asesinados, por los pistoleros de los terratenientes".

Por otro lado, la CSI hace especial hincapié en el reciente asesinato en Guatemala del dirigente sindicalista Pedro Zamora, miembro de los estibadores de Quetzal. Zamora murió asesinado a principios de este año a manos de un grupo de desconocidos en represalia por sus esfuerzos para detener la privatización del puerto de Quetzal, el principal del país.

Zamora resultó muerto después de que sus asesinos le persiguieran y "acribillaran" su vehículo con un centenar de balazos. Durante el tiroteo, su hijo de tres años resultó herido aunque su vida no corre peligro. Finalmente, uno de los asesinos se acercó al coche y disparó al sindicalista a la cara, "método que recuerda al que utilizaban las fuerzas paramilitares durante la guerra civil en Guatemala", indican desde la CSI.

Según este organismo, tanto el fallecido como sus compañeros sindicalistas "habían sido objeto de una campaña de hostigamiento e intimidación" ya que proponían un programa de mejoras y modernización como alternativa "al traspaso de las instalaciones del puerto a manos privadas".

"Este truculento asesinato hace recordar los días más sombríos de las décadas de conflicto civil en Guatemala y la reputación de ese país continuará viéndose perjudicada si no se toman medidas para arrancar el mal de raíz y castigar a quienes encargan y ejecutan las medidas intimidatorias o los asesinatos", afirmó tras conocer la noticia el secretario general de la CSI, Guy Ryder.

Para Ryder, "este asesinato fue premeditado y con él se parece querer transmitir un mensaje a quienes se atreven a defender sus derechos fundamentales".

Tanto la CSI como la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF) anunciaron que llevarán el caso ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT), reclamando al Gobierno guatemalteco investigar este asesinato para identificar a los culpables y que comparezcan ante la justicia.