BOGOTÁ, 15 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Colombia aseguró hoy que Ingrid Betancourt está "viva" y no descartó la posibilidad de rescatarla utilizando las fuerzas militares pese a la negativa de la familia de la secuestrada a que se aplique este procedimiento.
El ministro del Interior, Carlos Holguín, indicó que la información sobre Betancourt "se basa en fuentes de inteligencia y de diplomáticos y está bastante verificada". Aunque no precisó detalles, señaló que la secuestrada que está en poder de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) desde hace cinco años se encuentra en buen estado de salud.
En diciembre, los familiares de la ex candidata a la Presidencia de Colombia pidieron como 'regalo de Navidad' a los secuestradores una prueba de que Betancourt todavía está con vida. Las FARC todavía no han respondido directamente a esta solicitud, aunque el Gobierno de Álvaro Uribe ha manifestado que tiene conocimiento de que se encuentra con vida.
Por su parte, el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, no descartó la posibilidad de un rescate militar para liberar a la ex candidata presidencial, y aclaró que ésta es una obligación del Estado, la cual no tiene por qué ser consultada a sus familiares pese a la negativa que ha manifestado la madre de la secuestrada, Yolanda Pulecio.
"Con mucha pena con mi amiga Ingrid, y su muy respetada madre y el muy respetado gobierno francés, el tratamiento de Ingrid Betancourt será igual al de cualquier soldado o policía que esté en cautiverio (...) debemos darle el mismo tratamiento a todos, porque no puede haber secuestrados de primera y de segunda clase", declaró Santos al diario local 'El Espectador'.
Pulecio, quien todavía no ha sido informada oficialmente de que su hija está "viva", calificó de "estúpido" las declaraciones del titular de Defensa, pues considera que "todos somos iguales" pero no puede poner a la secuestra "en peligro de muerte".
La ex senadora, que era candidata por el movimiento ecologista Verde Oxígeno, fue secuestrada el 23 de febrero de 2002 tres días después de que el entonces presidente de Colombia, Andrés Pastrana, rompiera las negociaciones de paz que su Gobierno mantenía con las FARC desde 1999. El grupo guerrillero incluyó a Ingrid Betancourt en la lista de 58 políticos, soldados y policías que podrían ser canjeados por unos 500 subversivos que se encuentran presos.