Actualizado 24/11/2009 21:51

Colombia.- El Gobierno destruye sus últimas 31 bombas de racimo para ratificar su compromiso con el Tratado de Oslo


BOGOTÁ, 24 Nov. (Reuters/EP) -

El Gobierno colombiano destruyó este martes en la base aérea de Maraunda, en el departamento de Vichada (este), las últimas 31 bombas de rácimo ARC-32 que tenía en su poder para luchar contra el narcotráfico y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), ratificando así su compromiso con el Tratado de Oslo que prohíbe la utilización, fabricación, comercialización y almacenamiento de este tipo de armas.

El comandante de las Fuerzas Militares, el general Freddy Padilla, explicó que estos artefactos se usaban para inutilizar pistas clandestinas dispuestas para actividades de narcotráfico y para atacar campamentos de la guerrilla en medio de la selva.

"A partir de hoy no queda ni una sola bomba de tipo racimo en poder de las Fuerzas Militares de Colombia, hecho que reafirma nuestro compromiso con los Derechos Humanos y con los estándares del Derecho Internacional Humanitario", afirmó Padilla durante el acto de destrucción de las bombas.

Asimismo anunció que las bombas de racimo serán sustituidas por otras de tipo convencional y de mayor precisión que reducirán al máximo los daños colaterales sobre la población civil, en el marco de la lucha estatal contra la guerrilla, el narcotráfico y el terrorismo.

Este tipo de bombas contiene decenas o centenares de submuniciones que cubren amplias áreas y pueden explotar años después, suponiendo un peligro letal para los civiles, especialmente para los niños.

El acto se sumó a los que desde 1999 han venido realizando las Fuerzas Armadas colombianas como parte de la Convención de Ottawa para renunciar a su capacidad de producir, almacenar y utilizar minas antipersona.