Actualizado 31/01/2007 19:12

Colombia.- Observatorio Internacional por la Paz denuncia expulsión de campesinos en Colombia para servir a las empresas

El Ejército y el Gobierno "están al servicio de las multinacionales y sacan a los campesinos para quedarse con los recursos naturales"


MADRID, 31 Ene. (EUROPA PRESS) -

El Observatorio Internacional por la Paz (IPO) denunció recientemente expulsiones de campesinos de sus tierras por parte del Gobierno colombiano "para servir a las empresas". El IPO y varias organizaciones campesinas de Colombia alertan sobre la violencia del conflicto en las zonas rurales del país, el bloqueo económico, las desapariciones y la falta de derechos que vive la población civil.

"Durante 23 años he trabajado con las comunidades campesinas de Arauca y en esta tarea por reclamar nuestros derechos y la democracia en el país he sufrido torturas y encarcelamiento", explica la activista colombiana Luz Perly Córdoba, que durante años ha participado en proyectos de varias comunidades rurales".

"Trabajar para organizaciones sociales y denunciar violaciones de Derechos Humanos ha supuesto persecuciones para muchas personas, la muerte para otras y, en mi caso, me quitó la libertad. Ahora tengo que vivir como refugiada política en Suiza", explica esta mujer.

Ahora, desde Suiza, apoya a entidades como la Asociación Campesina de Arauca y colabora con organizaciones internacionales que acompañan a comunidades locales para garantizar su seguridad.

Según datos de un reciente Informe elaborado por el IPO en 2006, y hecho público por uno de sus fundadores, Nicolás Urugama, "el conflicto en Colombia existe desde hace más de cinco décadas por motivos relacionados con las profundas desigualdades sociales y el control de los recursos".

"Tenemos riqueza para mantener a más de 100 millones de habitantes y, siendo únicamente 40 millones, el 90% de la población vive en la pobreza", señala Perly Córdoba.

En la actualidad, el IPO acompaña a la Asociación Campesina de Arauca y a otras dos organizaciones que trabajan en la región del Magdalena Medio. Buena parte de ese 90% de personas que viven en la pobreza lo hace también en condiciones de inseguridad a consecuencia del conflicto armado y de la desprotección del Estado.

Según Urugama, que trabaja en IPO Colombia y desde hace años apoya a comunidades de la región de Magdalena Medio, en estos momentos en su país lo que hay es "una guerra contra los campesinos, contra las organizaciones sociales y contra sus Derechos Humanos" en la que también interviene el Gobierno de Álvaro Uribe.

"El Ejército y el Gobierno colombianos están al servicio del capital y de las multinacionales, sacando a los campesinos de la tierra para quedarse con los recursos naturales", advierte el fundador de IPO, que explica que en menos de dos semanas han muerto dos campesinos en el Magdalena Medio "acusándoles falsamente de ser guerrilleros".

RIQUEZA CONVERTIDA EN 'MALDICION'

Una situación similar se vive en la zona de Arauca, con una riqueza enorme en petróleo que se ha convertido en "una maldición" para la población local. "Ahora, en la región trabajan compañías internacionales y los paramilitares han desplazado a muchos campesinos del territorio", afirma Luz Perly Córdoba, que advierte de la presencia de "300 militares norteamericanos en Arauca que generan temor entre los campesinos" y que provocan su desplazamiento.

A pesar de todas estas presiones, señala Luz Perly Córdoba, "la gente sigue ahí, gracias al gran tejido social existente y al acompañamiento internacional" en Arauca.

Actualmente, el IPO colabora con la Asociación Campesina de Arauca y otras dos organizaciones en la región del Magdalena Medio, apoyando una serie de proyectos que benefician a las comunidades locales. Entre todas las iniciativas destaca la compra de un rebaño de búfalos que proporcionan leche y queso que se vende a los campesinos de la zona. Asimismo, un grupo de mujeres gestiona una huerta colectiva mientras que en otra comunidad han empezado a construir 'viviendas dignas' para todas las familias.

Colombia en uno de los países con la cifra más alta de población interna desplazada del mundo, según Acnur. Este organismo calcula que cerca de tres millones de personas se han visto desplazadas a causa de la violencia que se vive en el país. Así, sólo el año pasado más de 110.000 personas huyeron de sus hogares de manera forzosa.