Actualizado 02/01/2006 20:18

Colombia.- Sindicato colombiano apoya que la Universidad de Michigan suspendiera la venta de Coca-Cola en sus campus


BOGOTA, 2 Ene. (EP/AP) -

El principal sindicato de Colombia apoyó la decisión de la Universidad de Michigan, en Estados Unidos, de suspender la venta de en sus campus de Coca-Cola, empresa a la que se acusa de violar los Derechos Humanos y sindicales en este país sudamericano.

"Coca-Cola ha sido un eterno violador de los derechos sindicales y por eso varias universidades de Estados Unidos han tomado medidas para protestar contra esta conducta", dijo hoy lunes el vicepresidente de la CUT, Fabio Arias. La CUT es la mayor organización sindical de Colombia.

Las ventas de Coca-Cola en la universidad de Michigan, que tiene 50.000 estudiantes, quedaron suspendidas ayer, 1 de enero, hasta que la empresa demuestre que coopera con las autoridades colombianas en investigar violaciones a los derechos sindicales.

El sabotaje a la bebida también abarca denuncias de daños ambientales en India. "Seguiremos en la lucha por los derechos sindicales, no solo en Coca-Cola (...) sino en todas las empresas de Colombia", afirmó Arias.

Aunque la multinacional lo niega, Coca-Cola es acusada de aliarse con grupos paramilitares para atemorizar a los dirigentes sindicales.

En un comunicado publicado en su página de internet, Coca-Cola rechazó los cargos y dijo que ha sido un miembro "ejemplar de la comunidad empresarial" en Colombia.

La compañía agregó que "dos averiguaciones judiciales" en Colombia "no encontraron evidencias que respalden las acusaciones que la gerencia de las embotelladoras conspiraran para intimidar a los sindicalistas".

Arias, quien señaló que este caso se inscribe en una situación de deterioro de los derechos sindicales en Colombia, dijo que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) "ratifica que en Colombia hay un proceso de deterioro de las libertades sindicales y que existe impunidad sobre el asesinato de centenares de dirigentes sindicales".

Según la CUT, el año pasado alrededor de 80 líderes y sindicalistas fueron asesinados. El Gobierno del presidente Alvaro Uribe sostiene que el asesinato de dirigentes del movimiento sindical se ha reducido sustancialmente en los últimos tres años.