Actualizado 07/08/2013 02:21

El comportamiento emocional de los adultos podría activarse en el útero

Embrión Humano De 9 Semanas
WIKIMEDIA COMMONS/ED UTHMAN


MADRID, 7 Ago. (EUROPA PRESS) -

Los adultos podrían estar en mayor riesgo de convertirse en ansiosos y vulnerables a la mala salud mental si se les priva de ciertas hormonas durante el desarrollo en el útero, según una nueva investigación de científicos de Cardiff y Cambridge, en Reino Unido.

Una nueva investigación en ratones, publicada en 'Nature Communications', ha revelado el papel de la placenta en la programación a largo plazo de la conducta emocional y es la primera vez que los científicos han relacionado los cambios en la conducta de los adultos a alteraciones en la función placentaria.

Similar a la insulina, se ha demostrado que el factor de crecimiento-2 juega un papel importante en el desarrollo del feto y de la placenta en los mamíferos, y cambios en la expresión de esta hormona en la placenta y el feto están implicados en la restricción del crecimiento en el útero.

"El crecimiento de un bebé es un proceso muy complejo y hay un montón de mecanismos de control que garantizan que los nutrientes requeridos por el bebé para crecer pueden ser suministrados por la madre", explica el profesor Lawrence Wilkinson, neurocientífico del Comportamiento en la Facultad de Psicología de la Universidad de Cardiff y director de la investigación.

"Estábamos interesados ??en conocer cómo la ruptura de este equilibrio podría influir en los comportamientos emocionales mucho tiempo después de haber nacido en la edad adulta", agregó este experto.

Con el fin de explorar cómo un desajuste entre la oferta y la demanda de ciertos nutrientes puede afectar a los seres humanos, el profesor Wilkinson y sus colegas, el doctor Trevor Humby, Mikael Mikaelsson,ambos también de la Universidad de Cardiff, y el doctor Miguel Constancia, de la Universidad de Cambridge, examinaron el comportamiento de los ratones adultos con mal funcionamiento de una hormona vital.

Humby añadió: "Hemos logrado esto dañando una hormona llamada factor de crecimiento similar a la insulina tipo 2, importante para el control del crecimiento en el útero. Lo que encontramos cuando hicimos esto fue un desequilibrio en el suministro de nutrientes controlados por la placenta y que este desequilibrio tuvo efectos importantes sobre cómo los sujetos estaban en la edad adulta, es decir, que el tema se hizo más importante en el futuro".

"Estos síntomas se acompañaron de cambios específicos en la expresión de genes del cerebro relacionados con este tipo de comportamiento. Este es el primer ejemplo de lo que hemos llamado "placenta de programación" del comportamiento de los adultos. No sabemos exactamente cómo estos eventos de la vida muy tempranos pueden tener efectos de largo alcance sobre nuestras predisposiciones emocionales, pero sospechamos que nuestros hallazgos pueden indicar que los gérmenes de nuestro comportamiento, y, posiblemente, la vulnerabilidad a trastornos cerebrales y mentales, se siembran mucho antes de lo que se pensaba", argumenta.