Actualizado 24/04/2007 07:57

Costa Rica.- Las autoridades costarricenses se preparan para los efectos del fenómeno climatológico 'La Niña'


SAN JOSÉ, 24 Abr. (EP/AP) -

Las autoridades costarricenses se preparan para una estación lluviosa más fuerte de lo normal a partir de junio por influencia del fenómeno 'La Niña' y los efectos del calentamiento global.

"El cambio climático está generando variaciones importantes y de los últimos diez años, nueve han sido de los años más calientes desde 1861, lo que además está provocando que 'El Niño' y 'La Niña' se presenten en periodos cada vez más cortos", explicó ayer en rueda de prensa el ministro de Ambiente, Roberto Dobles.

Las previsiones del Instituto Meteorológico Nacional indican que "la estación lluviosa de este año será similar a la del 2005, de la que aún nos estamos recuperando y, además, iniciará de forma prematura", manifestó en la conferencia el director de la entidad, Pablo Manso.

Asimismo, precisó que el periodo más intenso se presentará a mitad de año en el Pacífico debido por un lado al enfriamiento de aguas por influencia de 'La Niña', mientras que habrá un calentamiento en el Atlántico y Caribe. "La combinación de ambas condiciones favorecerá una estación lluviosa más activa de los normal", puntualizó.

Los pronósticos apuntan a que habrá nueve huracanes, de los cuales tres se formarían en el Caribe y al menos uno afectaría al país directamente, detalló Manso.

El presidente de la Comisión Nacional de Emergencias, Daniel Gallardo, señaló que la información del Instituto les ayudó a mejorar el plan de prevención para este año, en el cual han invertido unos 52 millones de dólares en obras de prevención y de recuperación de infraestructura pública, principalmente, así como equipamiento.

"La naturaleza pasa factura de lo que le hemos hecho", señaló. Detalló que entre el 2002 y el 2006 la lluvia provocó daños en obra pública por valor de unos 270 millones de dólares.

Entre las medidas de preparación para "un año bastante complicado", Gallardo mencionó un aumento en la cantidad de lanchas que posee la Comisión, el traslado de algunas familias en riesgo, la creación de bodegas móviles y de albergues. Destacó que resta la adquisición de un helicóptero de rescate.