MADRID, 18 Jun. (Notimérica/EP) -
Las grandes crecidas del río Paraná han supuesto grandes trastornos para la población de los países por donde pasa su caudal, Brasil, Argentina y Paraguay. La situación parece que mejora tras las grandes crecidas registradas en diferentes zonas de estos países. La coincidencia con el Mundial de Fútbol ha desviado la atención de un problema que en Brasil ha dejado sin casa a más de 5.000 personas.
El caso de Brasil, debido a la actual organización del evento deportivo que reúne las miradas de gran parte del mundo, el actual drama de muchos brasileños ha quedado eclipsado por el juego. La presidenta Rouseff, "chocada y conmovida" con la situación de las áreas afectadas por las inundaciones, ha anunciado un primer gran plan de emergencia, que a estas alturas parece tarde para ser el primero.
El Ministerio de Integración Nacional de Brasil dedicará 3,9 millones de reales (1,7 millones de dólares) en recursos materiales y servicios para Paraná. También se ha visto afectado el estado de Santa Catarina, donde el gobierno empleará 1,5 millones de reales (660.000 dólares). El balance de daños personales es de 11 muertos y 171 heridos. Además de 14.200 cestas de alimentos, 12.200 'kits dormitorio', se dará otra forma de ayuda canalizada a través de la Tarjeta de Pago de la Defensa Civil, que deberán solicitar los ayuntamientos de ciudades en emergencia al Gobierno federal.
En los últimos cuatro días el curso del afluente registra un descenso sostenido en el nivel de sus aguas, en la zona paraguaya de Ciudad del Este. Donde el pasado viernes se registraban 27,13 metros de altura, mientras que hoy cuenta con 22,04 metros. En la zona de Presidente Franco fue similar, el río pasó de 28,66 m a 23,42 en tres días. Estas son las zonas donde más se ha notado el desnivel, informa 'ABC Color' de Paraguay.
Desde la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) de Paraguay los datos ofrecidos recientemente describen un panorama en el que se encuentran 160.000 damnificados aproximadamente, por el temporal de lluvias en todo el país.
En el caso de Argentina, tras varios días de exceso en la crecida, el Paraná parece haber dado un receso. En diferentes provincias del país hay miles de personas evacuadas. Pese a la calma, las autoridades aún están a la espera de nuevas crecidas, aunque con un menor impacto. Sin embargo continúan las medidas preventivas y el estado de alarma por si se diera una inundación de gran magnitud.
Un ejemplo de las zonas evacuadas es Itatí, a 70 kilómetros de la capital, el río se estacionó ayer por la tarde en 7,18 metros. Eso supuso 18 centímetros por encima de la marca de evacuación. En esa zona hay 300 familias afectadas, según datos oficiales. Sumando las cifras de las diferentes partes afectadas, la emergencia provocó la evacuación de entre 3.200 y 3.500 personas, publica Clarín.
La situación descrita tiene un fuerte contraste por la menor relevancia informativa que se le está otorgando frente a la Copa del Mundo de fútbol.
CAUSAS DE ESTA CRECIDA
Un informe técnico de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) relacionan las causas con "las elevadas precipitaciones registradas en la cuenca del Río Iguazú entre el 8 y 9 de junio, con valores que variaron entre 150 y 350 mm según los registros del Sistema de Medición Automático que tiene Brasil en ese sistema hídrico.
Este temporal se debió al paso de un sistema frontal que atravesó el litoral argentino entre el 7 y 8 de Junio, acumulando una gran cantidad de humedad en su encuentro con las serranías de la cuenca, lo que forzó el ascenso de ese aire húmedo, generando lluvias puntuales de mucha intensidad y volumen, recoge Diario Norte.