Actualizado 09/11/2014 23:26

Crimen y corrupción, principales problemas para los países latinoamericanos

Agentes de la Policía militar deteniendo a sospechosos de un crimen.
Foto: REUTERS

MADRID, 9 Nov. (Notimérica) -

   La delincuencia y la corrupción son los principales problemas que le preocupa a los países en vías de desarrollo y en las economías emergentes. El 83 por ciento de las personas de 34 países con economías emergentes citan que la delincuencia es un problema muy alto en su país, y el 76 por ciento dice lo mismo de la corrupción en la política.

   Según una encuesta de Pew Research Center, muchas de las personas también se preocupan, además de la corrupción y del crimen, por cuestiones como el cuidado de la salud, la baja calidad en las escuelas, el agua y la contaminación del aire o la seguridad alimentaria.

   Las personas de América Latina, África, Asia y el Medio Oriente son los más preocupados por el crimen y la corrupción en sus países. De esta forma, el porcentaje de las personas que consideran estas preocupaciones como las mayores en su país ha pasado de un 64 a un 74 por ciento este año con respecto a la encuesta elaborada en 2007/2008.

   En cuanto a América Latina, el promedio es de un 86 por ciento de la población preocupada por el crimen, en lo que Colombia (90 por ciento), El Salvador (90 por ciento) y Argentina (89 por ciento) son los países más preocupados por este tema.

   Problemas como la economía, el trabajo o el aumento de precios y de la deuda pública pasan a un lugar secundario cuando se habla de crimen y corrupción.

LAS INSTITUCIONES MILITARES, LAS MÁS VALORADAS

   Cuando se le preguntó en la encuesta a la gente sobre las instituciones más valoradas en su país, un 79 por ciento opinó que los militares tienen una buena influencia en cuanto a la situación por la que pasa su país.

   Junto a las militares, los medios de comunicación, líderes religiosos, bancos, corporaciones, el gobierno nacional y los funcionarios públicos obtienen también buenas calificaciones. Los países emergentes y en desarrollo público están más en desacuerdo con sus sistemas judiciales.