Actualizado 20/10/2010 17:00

La discriminación de las mujeres menoscaba la recuperación tras desastres y conflictos

La AECID firma el Acuerdo Marco de Asociación Estratégica España-UNFPA


MADRID, 20 Oct. (EUROPA PRESS) -

Cuando las mujeres disfrutan de derechos y oportunidades tienen más posibilidades frente a desastres y conflictos y pueden desempeñar un "papel clave" en la consolidación de la paz y la reconstrucción de sus sociedades, pero cuando sufren una "profunda discriminación", como ocurre en muchos países, esto "menoscaba la recuperación a largo plazo", según un informe del Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA) publicado este miércoles.

La directora del UNFPA en Ginebra, Alanna Armitage, dijo durante la presentación del informe en Madrid que "no suelen ser las mujeres las que combaten en guerras" pero sí "son las que más sufren sus consecuencias". Según el estudio, cuando mujeres y niñas sufren una "profunda discriminación", son "más vulnerables a los peores efectos de los desastres y las guerras", entre los que se incluye "la humillación de la violación sexual utilizada como arma".

La publicación del 'Informe sobre el estado de la población mundial 2010. Desde el conflicto y la crisis a la renovación: generaciones de cambio', el conflicto y coincide con el décimo aniversario de la Resolución 1325 del Consejo de Seguridad de la ONU, cuyo fin es visibilizar el vínculo existente entre la conflictividad armada, la construcción de la paz y la dimensión de género.

Concretamente, la resolución, que se aprobó en el año 2000, reconoce el impacto de los conflictos armados en mujeres y niñas y alude al papel que éstas pueden desempeñar en la construcción de la paz. El informe del UNFPA vincula la paz, la seguridad y el desarrollo con los derechos y el empoderamiento de la mujer.

El estudio incluye las historias de personas afectadas por conflictos o catástrofes en países como Bosnia y Herzegovina, Haití, Irak, los Territorios Palestinos Ocupados o Uganda, entre otros, y muestra cómo las comunidades y la sociedad civil están "curando viejas heridas y logrando avanzar" y cómo para ello se necesita "la solidaridad de la comunidad internacional", explicó Armitage.

"CONSTRUIR MEJOR"

La directora del organismo en Ginebra destacó que el proceso de recuperación de un país después de un conflicto o un desastre natural ofrece "oportunidades" para promover la "igualdad" y crear "espacios para un cambio positivo". "Reconstruir la sociedad es tan importante como reconstruir las viviendas y restaurar los servicios esenciales", declaró.

Respecto a esta cuestión, el informe indica que los países no sólo deben ser "restaurados", sino también "reconstruidos en mejores y renovadas condiciones, con mujeres y hombres en un plano de igualdad, con derechos y oportunidades para todos y todas y sentando las bases para el desarrollo y la seguridad a largo plazo".

Armitage dijo que hay que "construir mejor y renovar las sociedades", rectificando "desigualdades muy arraigadas" y "empoderando a miembros vulnerables de la sociedad" como las mujeres, los jóvenes y las personas mayores para que puedan ser "agentes de cambio positivo".

Asimismo, aseguró que en las situaciones posteriores a una guerra, la participación de las mujeres, que presentan una "mayor resistencia" en tales circunstancias, es "necesaria para construir la paz".

VIOLENCIA SEXUAL

El estudio también llama la atención sobre "la devastadora e intolerable violencia sexual en los países afectados por conflictos" y denuncia que la comunidad internacional no ha sido capaz de prevenir estos crímenes, que constituyen "una violación flagrante de los Derechos Humanos", subrayó.

El UNFPA insta a la comunidad internacional a "emprender con urgencia acciones concertadas a fin de proteger a las mujeres, prevenir la violencia sexual, acabar con la impunidad y promover la justicia" para así "reemplazar el ciclo vicioso de crisis y subdesarrollo por un ciclo virtuoso de paz, justicia y estabilidad". Armitage recordó que la Resolución 1325 establece que nunca más se aceptará la violencia sexual como resultado inevitable de una guerra.

ACUERDO ENTRE ESPAÑA Y EL UNFPA

Antes de la presentación del informe, Armitage y la directora de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), firmaron el Acuerdo Marco de Asociación Estratégica España-UNFPA.

El director general de Planificación y Evaluación de Políticas para el Desarrollo en el Gobierno español, Juan López-Dóriga, señaló que el acuerdo permite apoyar el trabajo que realiza esta agencia de la ONU para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio y responder a la "petición insistente" del Parlamento y la sociedad españoles de ver una mayor "rendición de cuentas" por parte de la Cooperación Española, de saber en qué se emplean los recursos.

López-Doriga dijo que ya son cuatro los acuerdos de este tipo que ha firmado España desde el año pasado. En 2009 se alcanzaron acuerdos similares con el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y con el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), y en 2010 con el Fondo de Desarrollo de Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM).

El diplomático explicó que el Plan de Acción sobre Mujeres y Construcción de la Paz de la Cooperación Española, de 2009, que plasma el compromiso del Gobierno con la causa de las mujeres y, en definitiva, con la igualdad de género en el desarrollo, tiene como objetivo "alcanzar el pleno ejercicio de los Derechos Humanos y los derechos de ciudadanía de las mujeres mediante su empoderamiento".

Armitage recordó que a mediados de 2010, 19 Estados miembros de la ONU habían aprobado planes nacionales de acción para proteger a las mujeres e incluirlas en las decisiones y acciones relativas a la guerra y la paz, y felicitó a España porque fue "uno de los primeros países" en adoptar un plan de este tipo.

Igualmente, agradeció en nombre del UNFPA el "compromiso" de España en la promoción de la salud sexual reproductiva y los derechos de las mujeres, que se refleja, dijo en el acuerdo firmado este miércoles. Armitage reconoció que el apoyo "político y financiero" de España a este organismo ha sido "crucial" para prevenir problemas como la mortalidad materna, la violación de mujeres, el VIH y el sida y la mutilación genital femenina.