Actualizado 30/03/2017 21:54

Se cumplen 94 años de la huelga general más sangrienta de Ecuador

   GUAYAQUIL (ECUADOR), 15 Nov. (Notimérica) -

   Hasta 1.500 personas fueron masacradas en Guayaquil (Ecuador) hace 94 años después de una huelga general que comenzó con la toma de la ciudad por parte de los huelguistas, mayoritariamente miembros de la Federación de Trabajadores de Ecuador (FRTE), y que acabó en saqueos y matanzas el 15 de noviembre de 1922.

   Ese año Ecuador atravesaba una situación de crisis económica producto del brusco descenso del precio internacional del cacao, que en esa época era la principal fuente de exportación del país.

   Este descenso en el precio del cacao causó un encarecimiento en el coste de vida por falta de divisas, y la posterior devaluación de la moneda frente al dólar, que llevó al país a una inflación y al descontento de la población, que veía reducir el poder adquisitivo de sus ingresos y salarios.

   Fue en ese momento cuando se creó en Guayaquil la FTRE, una pequeña organización sincrética y apartidista ideológicamente en algún punto entre el sindicalismo revolucionario, el anarcosindicalismo y el bolchevismo que respaldaba a los trabajadores cacaoteros.

   Sin embargo, de lo que se desmarcaba la FRTE era del entonces mayoritario movimiento obrero organizado en la Confederación Obrera del Guayas (COG) en torno al gobernante del Partido Liberal, Jorge Pareja, heredero de la revolución alfarista --o guerra civil ecuatoriana--.

   Varios historiadores han culpado y responsabilizado al presidente de Ecuador en aquel entonces, José Luis Tamayo, miembro del Partido Liberal Radical Ecuatoriano, electo para la legislatura 1920-1924, tras la sangrienta huelga del 15 de noviembre de 1922 en la que murieron hasta 1.500 personas.

INICIO DE LAS PROTESTAS

   Las protestas comenzaron en la ciudad de Durán, en la provincia del Guayas, con la huelga de trabajadores ferroviarios de la Guayaquil and Quito Railway Company, de la que sus trabajadores paralizaron la actividad el 7 de noviembre de 1922.

   Los motivos de las protestas fueron los reclamos y reivindicaciones como el cumplimiento de ocho horas de trabajo, la mejora salarial, el aviso en caso de despido con 30 días de anticipación, entre otros.

   No obstante, fue la FRTE la encargada de tomar la iniciativa y convocar una huelga a la que se sumaron todos los empleados de la ciudad, que acompañado de las ideas del sindicalismo revolucionario de sus dirigentes, podía implicar el paso a una revolución que paralizara la actividad del Estado e implementara el control obrero de la producción económica y de la administración pública.

   La huelga fue extendiéndose hasta alcanzar apoyos como el de un pequeño sector empresarial antigubernamental, además de grupos influyentes interesados en derrocar al presidente Tamayo. En este momento los trabajadores de Guayaquil, en su mayoría artesanos y autónomos, vieron la protesta como una oportunidad para derrocar al Gobierno, cuyo partido permanecía en el poder desde 1895.

   El 13 de noviembre, la FRTE se hizo con el control del casco urbano de la ciudad, asumiendo las funciones de seguridad policial, aunque sin forzar la retirada de las fuerzas públicas.

   Al día siguiente, más de 30.000 huelguistas desfilaron hacia la Gobernación del Guayas, haciendo entrega al gobernador, Jorge Pareja, de un manifiesto con sus peticiones.

   Finalmente, el 15 de noviembre los huelguistas realizaron dos masivos mítines que acabaron con el desarme de las fuerzas públicas, saqueos y disparos. La policía y los militares tomaron el control de la ciudad causando una masacre en la que fallecieron hasta 1.500 personas y un número indeterminado de cuerpos fueron arrojados al río Guayas.