MIAMI (Reuters/EP) - La tormenta tropical Erika se debilitaba el miércoles mientras se acercaba a las islas de Sotavento en el noreste del Caribe, aunque amenazaba con llevar fuertes lluvias a la zona, informó el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (CNH).
La quinta tormenta tropical de la temporada de huracanes 2009 del Atlántico mantenía vientos máximos sostenidos de 40 millas por hora (65 kilómetros por hora), mucho más débiles que los de 50 mph (80 kph) que presentaba cuando se formó el martes.
Fuertes vientos en la alta atmósfera sofocaban la tormenta, y el jueves los meteorólogos esperaban que Erika se debilite a una depresión tropical, con vientos bajo las 39 millas por hora (63 kilómetros por hora).
La tormenta estaba centrada en la la isla francesa de Guadalupe, a unos 515 kilómetros al este sureste de San Juan de Puerto Rico, a las 17.00 hora del este (2100 GMT) del miércoles.
Erika se dirigía al oeste a 17 kilómetros por hora y se esperaba que girara al oeste-noroeste, para luego disiparse camino a Puerto Rico y República Dominicana en los próximos dos días.
Su curso más probable la mantendría en el océano Atlántico y lejos del Golfo de México, en donde se agrupan instalaciones petroleras y de gas natural.
La tormenta provocaría fuertes lluvias en islas ubicadas en el noreste del Caribe. Las afectadas podrían ser Dominica, Guadalupe, San Bartolomé, Antigua y Barbuda, Montserrat, San Cristóbal y Nieves, Anguilla, St. Martin, Saba y St. Eustatius, las Islas Vírgenes Británicas y de Estados Unidos, Puerto Rico, República Dominicana y Haití.
La empresa Hovensa LLC dijo que estaba controlando la tormenta pero destacó que no esperaba tener que cerrar su refinería St.Croix de 500.000 barriles por día en las Islas Vírgenes de Estados Unidos.
Esta refinería es una de los complejos de refinación más grandes del hemisferio occidental y es propiedad de Hess Corp y la compañía estatal venezolana Petroleos de Venezuela SA (PDVSA).