MÉXICO DF, 21 Jun. (Notimérica) -
La rusa Anastasia Lechtchenko Masney, responsable confesa de haber asesinado a su madre y hermana autista de 12 años edad en la ciudad mexicana de Tijuana (estado de Baja California, fronterizo con Estados Unidos) --por considerarlas "brujas"--, ha sido detenida y traslada al penal de La Mesa de dicha región.
La joven rusa de 19 años se había declarado previamente responsable de la decapitación, desmembramiento y extracción de corazón y ojos sobre ambas víctimas --la madre, Yuliya Masney Safonchik, y la hermana, Valeria Lechtchenko Masney-- ante la Unidad de Homicidios Dolosos de la Procuraduría de Justicia del estado de Baja California. Concretamente, según notificaron las autoridades, la joven empleó un cuchillo de cocina en ambos crímenes.
Aunque se desconoce la fecha de la comisión del delito, vecinos de las víctimas declararon haber dejado de verlas desde el 7 de junio, mismo día de la celebración del proceso electoral federal.
La Policía Municipal no halló los cuerpos hasta el día 10 de junio en un domicilio de la avenida Paseo de la Ensenada, en Playas de Tijuana, como consecuencia de los olores fétidos que denunciaron unos vecinos. El padre de familia, Igor Lechtchenko, un entrenador de gimnastas en la Universidad Autónoma de Baja California, llegó al lugar de los hechos la misma noche del descubrimiento tras ser notificado por las autoridades.
Este viernes, la juez quinta de lo penal de Tijuana emitió la orden de aprehensión de Anastasia Lechtchenko, quien fue capturada por agentes ministeriales cuando caminaba por el parque México en el municipio Playas de Tijuana, según confirma el diario mexicano 'Excélsior'.
El subprocurador contra la Delincuencia Organizada de la Procuraduría del estado, José María González, ha explicado que una vez en la cárcel será el juez quien determine el futuro legal de la rusa, aunque asegura que se tienen pruebas contundentes para que la acusada reciba una sentencia condenatoria por el doble homicidio, "calificado con la agravante en razón de parentesco".
José María González ha señalado que Anastasia Lechtchenko había mantenido una imagen tranquila en su detención y que la frialdad en la narración de los asesinatos, y su posterior desmembramiento, derivaría en el análisis sobre sus facultades mentales.
"Si no está en el pleno ejercicio de sus facultades debe acreditarse, lo que conllevaría ciertos beneficios en el grado de ser inimputable. La rusa confesó haber tardado seis horas en limpiar la escena del crimen", indicó el subprocurador de Tijuana.
Respecto al comportamiento del padre Igor Lechtchenko, las autoridades han declarado que estaba al tanto del avance de las investigaciones, pese a que no han mantenido contacto directo con él desde el 11 de junio, día en que se presentase a reclamar los cuerpos y mencionase que "tenía sentimientos encontrados y el caso no despertaba su interés".