CARACAS, 10 Jul. (Notimérica) -
Las autoridades venezolanas han detenido este jueves a Joshua Holt, un hombre estadounidense que viajó al país iberoamericano el pasado 11 de junio para contraer matrimonio con su novia --a la que había conocido en República Dominicana-- y poder llevarla a ella y a sus dos hijos a Estados Unidos.
Holt, de 24 años, que procesa la fe del movimiento de los Santos de los Últimos Días, conocido popularmente como mormonismo, fue encarcelado junto a su ya esposa Thamara Caleño --también mormona--por parte de la inteligencia militar venezolana.
Ambos jóvenes se enfrentan a las acusaciones de terrorismo, espionaje y posesión ilegal de armas, ya que según han destacado varios medios locales, los agentes encontraron varios fusiles automáticos y una granada de mano en su apartamento.
No obstante y según ha recogido el diario 'Miami Herald', el único delito de Holt es "ser un ciudadano estadounidense". Según el testimonio de una mujer que estaba presente en el momento de la detención, ella y otras cuatro personas habrían visto cómo la policía colocaba las armas en la vivienda.
"La única razón por la que lo tienen detenido es porque es gringo", ha declarado la mujer al periódico, argumentando que "se están violando sus Derechos Humanos".
La tragedia para la pareja, que se encontraba formalizando los visados para que la familia de la joven pudiera viajar a Estados Unidos, comenzó el pasado 30 de junio, cuando los jóvenes regresaron de su luna de miel en isla Margarita.
El pasado jueves, los agentes acudieron a la casa de Holt a las 6 de la mañana y registraron la vivienda. Dos horas después, otros 30 agentes regresaron al lugar. Tal y como ha destacado una de las testigos, mientras que un grupo de policías entrevistaban a la mujer, otro agente habría colocado la bolsa con las armas en la habitación.
El testimonio de los familiares indica que la pareja no ha sido todavía acusada formalmente y parece que ambos estarían siendo bien tratados en el centro militar de detención en el que se encuentran. No obstante, los padres de Holt han reclamado el derecho de poder hablar con su hijo.