Actualizado 29/03/2017 19:57

Día Internacional de las Mujeres Rurales: La feminización del campo en Iberoamérica

   MADRID, 15 Oct. (Notimérica) -

   Una cuarta parte del conjunto de la población mundial son mujeres rurales. En los países en desarrollo la proporción es aún mayor: estas constituyen aproximadamente el 43 por ciento de la mano de obra agrícola y producen, procesan y preparan gran parte de los alimentos disponibles.

   El peso de este colectivo en la sociedad es tal que la Organización de las Naciones Unidas para las Mujeres, ONU Mujeres, considera que éstas "son agentes clave para conseguir los cambios económicos, ambientales y sociales necesarios para el desarrollo sostenible".

   Por ello, el 15 de octubre se conmemora el 'Día Internacional de las Mujeres Rurales', que pretende poner el foco sobre el empoderamiento de la mujer en este sector.

   Al hablar sobre mujeres rurales resulta ineludible mencionar Iberoamérica. En los países de América Latina y el Caribe, las áreas rurales abarcan, por lo general, más del 90 por ciento del territorio nacional, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

   En esta región, las mujeres rurales son responsables de más de la mitad de la producción de alimentos. Además, "desempeñan un papel importante en la preservación de la biodiversidad y garantizan la soberanía y seguridad alimentaria". Sin embargo, tal y como denuncia la FAO, "viven en situación de desigualdad social, política y económica", con apenas el 30 por ciento de titularidad de la tierra, el diez por ciento de los créditos y el cinco por ciento de la asistencia técnica.

   No obstante, la organización ha destacado en un informe reciente que el porcentaje de mujeres latinoamericanas a cargo de explotaciones agropecuarias está aumentando. En la actualidad, entre el ocho y el 30 por ciento de las explotaciones están a cargo de una mujer.

   En este sentido, Chile y Panamá son los países de Iberoamérica con una mayor proporción de explotaciones agrícolas encabezadas por mujeres, con un 30 y un 29 por ciento respectivamente. A estas dos naciones les siguen Ecuador (25 por ciento) y Nicaragua (23 por ciento).

   Por la cola, la lista la cierra República Dominicana --con sólo un diez por ciento de sus explotaciones agrícolas a cargo de una mujer--, seguida por El Salvador (12 por ciento) y Argentina (12 por ciento).

   A pesar de que aún queda un largo camino por recorrer, los resultados evidencian que la proporción de mujeres productoras se ha incrementado más de cinco puntos en la última década, lo que permite afirmar que nos encontramos ante un fenómeno de "feminización del campo", según la FAO.

   Aún así, este no deja de ser un fenómeno que se encuentra dando sus primeros pasos. Frente al crecimiento del número de explotaciones encabezadas por mujeres se une la realidad de la desigualdad laboral; en lugares de mayor potencial agrícola, la concentración de explotaciones encabezadas por mujeres es mucho menor.

   "Si bien los países muestran cierta heterogeneidad en cuanto al peso de las mujeres jefas de explotación, se observa una doble constante: las mujeres jefas de explotación se concentran en las unidades productivas de menor tamaño y la superficie promedio de sus explotaciones es siempre significativamente inferior a las controladas por hombres", sostiene la FAO.

   Esta inequidad de género viene dada por diversos factores, y la mayoría de ellos son de carácter histórico; la preferencia masculina en la herencia, los privilegios de los hombres en el matrimonio, la tendencia a favorecer a los hombres en la distribución de la tierra por parte de las comunidades campesinas e indígenas y también de los programas estatales de redistribución.

   Así, aunque muchos países de la región han realizado modificaciones legales en relación a este campo, "no han tenido efectos considerables". Esto se debe a la necesidad de concienciar a la población acerca de la igualdad de género ya que, tal y como indica la ONU, "el reconocimiento social de estos derechos debe tenerse en cuenta".

   "Ellas cultivan, procesan y preparan gran parte de nuestros alimentos. Son el pilar de las comunidades rurales, y en muchos hogares son las principales encargadas de la seguridad alimentaria, las oportunidades de educación y la atención de la salud (...). Debemos ayudar a las mujeres rurales a prosperar y acceder al apoyo y la información que necesitan, de manera que puedan desarrollar su potencial sin tener que abandonar sus comunidades", ha elogiado y animado el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, con motivo de este día.