Actualizado 25/04/2016 11:25

Día Mundial del Paludismo 2016: "Acabemos con el paludismo para siempre"

A displaced girl is tested for malaria in Tomping camp, where some 17,000 displa
ANDREEA CAMPEANU / REUTERS

   MADRID, 25 Abr. (Notimérica) -

   Bajo el lema "Acabemos con el paludismo para siempre", este 25 de abril se organiza el Día Mundial del Paludismo, conmemoración decretada por la Asamblea Mundial de la Salud en mayo de 2007.

    Con el eslogan de este año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) refleja sus objetivos: acabar con esta enfermedad que, solo en 2015, acabó con la vida de 438.000 personas.

   La OMS quiere reducir en los próximos 15 años la carga mundial de paludismo con una serie de ambiciosos pero posibles objetivos: reducir la tasa de incidencia de casos de paludismo, así como la tasa de mortalidad en un 90 por ciento como mínimo; eliminar la enfermedad en 35 países y prevenir su restablecimiento en aquellos países donde no esté presente.

   El periodo de aplicación de la estrategia, de 2016 a 2030, está armonizado con la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible, el nuevo marco de desarrollo mundial aprobado por todos los Estados Miembros de las Naciones Unidas.

   El paludismo, o malaria, es causado por un parásito denominado Plasmodium que se transmite a través de la picadura de mosquitos infectados. La mayor parte de los casos y defunciones por paludismo se concentra en África, pero Iberoamérica o Asia son otra regiones gravemente afectadas.

   Sin embargo, la diferencia entre el continente africano y el resto del mundo es abismal, pues el año pasado acaparó el 89 por ciento de los casos de malaria y el 91 por ciento de las muertes por esta causa.

   Entre los síntomas del paludismo destacan la fiebre, las cefaleas y los vómitos, que generalmente aparecen 10 a 15 días después de la picadura del mosquito. Si no recibe el tratamiento adecuado, se pone seriamente en peligro la vida del afectado.

DATOS

   De acuerdo a la OMS, 3.200 millones de personas de 97 países están expuestas al paludismo, es decir, prácticamente la mitad de la población mundial. Solo el año pasado, hubo unos 214 millones de casos que, según las estimaciones, costaron la vida a 438.000 personas.

   A pesar de la alarmante cifra de exposición y según indica el Informe mundial sobre el paludismo 2015 de la OMS, desde 2000 ha habido una importante reducción de los casos mundiales y de las muertes por esta causa.

   Esto es gracias, entre otros motivos, a la expansión masiva de instrumentos eficaces de prevención y tratamiento de la enfermedad, como los mosquiteros tratados con insecticidas, las pruebas diagnósticas y los medicamentos antipalúdicos.

   Dicho informe también señala que 57 de los 106 países afectados por la malaria en 2010 han conseguido reducir para 2015 el número de casos nuevos en al menos un 75 por ciento.

   Además, en la región de las Américas, la tasa de mortalidad por la enfermedad ha descendido un 72 por ciento, siendo el continente afectado que más ha mejorado en este aspecto.

OBJETIVOS

   Para alcanzar las metas de la Estrategia técnica mundial, las actuales inversiones anuales en el control del paludismo tienen que triplicarse, y alcanzar los 8.700 millones de dólares anuales para 2030.

   La región donde más se deben concentrar los esfuerzos para acabar con el paludismo es en África, en donde apenas 15 países representan el 80 por ciento de nuevos casos a nivel mundial y un 78 por ciento de las muertes.

   En estos, el ritmo medio de descenso de la incidencia del paludismo (un 32 por ciento) ha sido más lento que el observado a nivel mundial en los demás países (un 53 por ciento). En muchos de ellos, un importante escollo para el logro de progresos en materia de control del paludismo es la debilidad de los sistemas de salud.

   A nivel mundial se han conseguido algunos avances. Desde 2000, las tasas de incidencia y de mortalidad han disminuido un 37 y un 60 por ciento, respectivamente, En menores de 5 años, las defunciones se han reducido en un 65 por ciento. Se estima que desde 2000 se han evitado unos 6,2 millones de muertes.

RETOS

   "A medida que disminuye la carga mundial de paludismo, van surgiendo nuevos desafíos", explica el Director del Programa Mundial sobre Malaria de la OMS, Dr. Pedro Alonso.

   "En muchos países, los progresos en esta esfera se están viendo amenazados por la rápida evolución y propagación de la resistencia a los insecticidas. La farmacorresistencia también podría socavar los últimos avances en materia de control del paludismo", añade.

   Desde 2010, 60 de los 78 países que hacen un seguimiento sobre este particular han confirmado resistencia de los vectores de al menos uno de los insecticidas utilizados para el tratamiento de mosquiteros y la fumigación de interiores; de esos 60 países, 49 han notificado la resistencia a dos o más tipos de insecticidas.

    Por otro lado, se ha detectado resistencia de los parásitos a la artemisinina, el compuesto principal de los antimaláricos más accesibles, en 5 países de la subregión del Gran Mekong.

   Con el fin de garantizar una respuesta mundial rápida y coordinada frente a la amenaza de la resistencia a los insecticidas, la OMS ha colaborado con numerosas partes interesadas para elaborar el Plan mundial para el manejo de la resistencia a insecticidas en los vectores de paludismo, que se puso en marcha en mayo de 2012.