Actualizado 25/07/2009 02:00

Diálogo EEUU y China sólo tendría papel simbólico

Por Paul Eckert

WASHINGTON (Reuters/EP) - China llevará la próxima semana a Estados Unidos 150 funcionarios, incluyendo casi todo su gabinete, para una ronda de conversaciones cuyo valor simbólico podría prevalecer sobre cualquier acuerdo concreto.

El encuentro, denominado Dialogo Estratégico y Económico, se desarrollará el lunes y el martes y podría simplemente producir una definición a grandes rasgos sobre la forma de manejar los asuntos económicos, diplomáticos, de seguridad y ambientales que dividen a las dos economías más importantes del mundo.

Con eso bastaría por ahora, incluso para los críticos a las políticas económicas y comerciales de China y para los expertos que han identificado una serie de políticas que quieren que Pekín implemente conjuntamente con Estados Unidos para ordenar su situación económica.

"Si es exitoso, será un éxito por la apertura de líneas de comunicaciones y de una serie de debates técnicos, que esperamos influyan en la política china", dijo Steven Dunaway, un economista con el Consejo de Relaciones Exteriores.

El primer diálogo del Gobierno de Barack Obama con China busca ampliar las conversaciones económicas bilaterales que comenzaron durante el Gobierno de George W. Bush en el 2006, para incluir asuntos sobre política internacional y cambio climático.

Derek Scissors, un experto en el comercio de China en la Heritage Foundation, dijo que estas conversaciones permitirán que el equipo de Obama "se moje los pies" mientras define una estrategia hacia China.

"Siempre es agradable tener a funcionarios de alto rango, especialmente de países que tienen grandes conflictos de intereses, conversando entre ellos regularmente. Yo creo que eso es básicamente todo lo que van a cumplir las conversaciones", afirmó.

David Loevinger, coordinador del departamento del Tesoro para las conversaciones, definió una agenda amplia enfocada básicamente en la necesidad de que ambos países mantengan sus programas de estímulo fiscal y monetario hasta que sus economías se recuperen.

Estados Unidos también pretende renovar sus llamados para que China liberalice sus tipos de cambio y permitir que su moneda, el yuan, se aprecie y así las exportaciones de ese país no afecten a sus competidores.

El tipo de cambio es parte de una mezcla de políticas destinadas a rebalancear la economía china hacia un mayor consumo y menor ahorro y a disminuir el superávit frente a Estados Unidos, que alcanzó un récord de 266.000 millones de dólares en el 2008.

EFECTO EN EL TIEMPO

Washington también quiere hablar sobre evitar el proteccionismo en las compras gubernamentales, la inversión china en Estados Unidos y las formas de incentivar la inversión en el sector de servicios de China para crear empleos y absorber el superávit de mano de obra en las zonas rurales, dijo Loevinger.

La Alianza de Manufacturas Estadounidenses -que busca acabar con los subsidios industriales de China, el estado subvaluado de la moneda de ese país, entre otros puntos- espera "un avance en términos muy generales", dijo el director ejecutivo, Scott Paul.

"Lo que es razonable esperar es algún comunicado a nivel general respecto a la necesidad de rebalancear la relación comercial y que ésta puede beneficiar a ambos países", dijo.

Cualquier repunte económico en Estados Unidos sería una "recuperación sin empleos" si las políticas comerciales de China no son abordadas, dijo Paul.

Dunaway, un antiguo analista del Fondo Monetario Internacional sobre China, dijo que la fuerte dependencia de este país en las exportaciones a Estados Unidos no es sostenible en un débil economía estadounidense.

"Uno de los objetivos claves del Diálogo Estratégico y Económico es convencer a los chinos de que el tiempo se acabó para esta vieja perspectiva sobre el crecimiento", declaró.