Publicado 04/01/2016 21:24

Las dificultades de los sirios en México para ayudar a compatriotas a huir de la guerra

Refugiados sirios se abrazan tras reencontrarse con su familia
ZOHRA BENSEMRA / REUTERS

   MÉXICO DF, 4 Ene. (Notimérica) -

   Said es un sirio de 48 años que se vio obligado a abandonar su hogar después de que una bomba cayera en su casa y perdiera las dos piernas. Actualmente se encuentra en México, donde trata de ayudar a paisanos suyos que quieren huir de un país devastado por la guerra.

   Como Said, millones de sirios quieren dejar atrás un territorio manchado de la sangre provocada por los enfrentamientos entre las fuerzas del presidente Bashar al-Asad, los opositores, el autodenominado Estado Islámico y los bombardeos por parte de potencias occidentales como Estados Unidos.

   Una guerra abierta de cuatro frentes que en cuatro años ha dejado más de 220.000 muertos, de los cuales 70.000 son víctimas civiles según un recuento difundido el pasado octubre por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

   En el caso de nuestro protagonista Said, pudo abandonar la región para llegar en 2013 a Ciudad de México, donde le esperaba su hermano Khaldoun y donde abrió un restaurante de comida árabe.

   Este sirio, por fortuna, ha contado con la ayuda de alguien para escapar del horror de la guerra, privilegio con el que cuenta una pequeña minoría.

   "Perdí a una sobrina hace tres años y medio. Perdí un hermano más grande. Perdí a un sobrino también. Y perdí como a 27 primos y primas", relata Khaldoun para 'CNN Español', quien lamenta que miles de víctimas sean "gente honesta, que no se mete en la guerra".

   Por ello, decidió fundar en 2013 la Asociación Internacional de Sirios en México, con la que ha logrado traer a 16 sirios al país y hoy ofrece apoyo a otros 14.

   Pero Khaldoun se ha visto inmerso en su propia 'guerra'. En este caso, contra la burocracia y la falta de recursos, sobre todo después de que su próspero negocio de cosméticos comenzara a desmoronarse.

   Desde que fundó la Asociación, ha tramitado más de 200 pasaportes de sirios que buscan una visa de trabajo en México. Y mientras Khaldoun 'pierde el tiempo' con los trámites y el papeleo, 70 personas que solicitaron su ayuda han perdido su vida.

   Solo 26 sirios han podido llegar a México ayudados por la Asociación a través de permisos de trabajo. Khaldoun ha asumido la responsabilidad de darles empleo formal, pero requiere 1.000 dólares de garantía mensual para que permanezcan en el país.

    "La Asociación necesita muchísima ayuda, es urgente. Nosotros podemos traer gente como lo hemos hecho, abrimos su negocio, comen como come cualquier persona, viven en paz, viven bonito", explica Khaldoun.

GOBIERNO MEXICANO EN EL CONFLICTO SIRIO

   Que coman como cualquier persona, vivan en paz y vivan en bonito es lo que quiere para los 11,55 millones de personas que han huido de Siria y de la guerra. Pero no solo hay sirios sufriendo esta tragedia. Según la ONU, 59,9 millones de personas se encuentra en situación similar.

   "Las consecuencias humanitarias son realmente devastadoras, no solo en términos de impacto de la vida sobre los civiles, sino también de desplazamiento forzado", afirma el representante en México del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Mark Manly.

    México aportó tres millones de dólares en 2014 para ayudar a las ONG ACNUR, UNICEF y Media Luna Roja. Según la canciller, Claudia Ruiz Massieu, el Gobierno mexicano ha votado resoluciones de derechos humanos de la ONU a favor de la paz en Siria y hace "contribuciones económicas a instancias internacionales".

   A pesar de todo, las cifras oficiales son desoladoras: en 2014, el país aceptó las solicitudes de seis sirios, mientras que en el primer semestre de 2015 no se concretó ninguna petición más, según la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados de la Secretaría de Gobernación (Comar).

   "Mandar unos cuantos cientos de dólares para un programa de alimentos" no es una respuesta de un país como México, criticó el senador Ernesto Cordero

KHALDOUN NO ESTÁ SOLO

   En 2013, un ciudadano conocido como Adrián Meléndez comenzó una iniciativa solidaria: unió a amigos y profesionales de la ayuda humanitaria hasta fundar ProyectoHabesha.org.

   En septiembre, la ONG logró traer al primer estudiante sirio para que concluyera sus estudios en México. La meta son 30 estudiantes más. Después de meses esfuerzo, Essa Hassan, un estudiante de 26 años, llegaba a tierras latinoamericanas.

   "Si te quedas en Siria serás parte de la guerra, en cualquiera de los dos bandos. Por eso estoy participando en este proyecto, porque estoy en contra de la guerra", señaló el joven sirio a su llegada a la Ciudad de México.

   Para ayudar a trasladar al joven, la ONG recaudó 11.000 dólares, aunque esperan que las cifras futuras sean más bajas después del proceso de aprendizaje.