Actualizado 14/03/2008 20:10

Ecuador/Colombia.- ACNUR abre nueva oficina en el norte de Ecuador para atender a los desplazados colombianos


QUITO, 14 Mar. (EUROPA PRESS) -

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) abrió esta semana una nueva oficina en el norte de Ecuador, elevando a tres el número de oficinas de terreno a lo largo de la frontera con Colombia.

La nueva sede fue inaugurada oficialmente el martes, en presencia de las autoridades provinciales de Esmeraldas, en la Costa Pacífica ecuatoriana, y servirá de base para brindar orientación y asistencia a miles de refugiados en la provincia y a lo largo de la Costa.

De acuerdo con los primeros resultados de un estudio del ACNUR presentado el mes pasado al Gobierno en Quito, hay alrededor de 60.000 colombianos con necesidad de protección internacional en las provincias del norte del Ecuador.

"Estas son personas, la mayoría de ellas familias con niños, que han dejado Colombia temiendo por sus vidas o su seguridad por causa del conflicto armado interno", recuerda ACNUR en un comunicado de prensa.

Unos 10.000 han buscado refugio en la provincia de Esmeraldas, una de las regiones más subdesarrolladas de Ecuador. ACNUR espera apoyar el desarrollo local y asistir a los refugiados con microcréditos, programas de capacitación y ayuda para pequeñas empresas.

La mayoría de los refugiados en esta parte de Ecuador vienen de la Costa Pacífica colombiana. Esmeraldas limita con la región de Nariño al sur de Colombia, la cual registró la peor tasa de desplazamiento forzado dentro del país en 2007.

De acuerdo con el Gobierno colombiano, más de 22.000 personas huyeron de sus casas en Nariño el año anterior. Esta cifra representa más del 10 por ciento de todos los nuevos casos de desplazamiento forzado en Colombia.

La situación humanitaria en Nariño este año continúa siendo causa de preocupación. La índices de violencia, lucha armada, asesinatos selectivos y persecución de civiles en la región están entre los peores en Colombia.

Estos factores contribuyen al riesgo de un mayor desplazamiento forzado, pero en algunos casos la gente ni siquiera tiene la opción de huir. Algunas comunidades están incomunicadas del resto del mundo, debido a un incremento del número de minas antipersona.

El ACNUR trabaja con otras agencias de Naciones Unidas y organismos internacionales para coordinar una respuesta coherente en favor de la población civil, que contribuirá a alcanzar soluciones duraderas para una paz permanente en Colombia.